El juzgado número 5 de Alzira ha decretado el embargo de las instalaciones de una explotación ganadera de Algemesí. Pero lo ha hecho con las más de 400 ovejas que había en su interior y que no tenían nada que ver con el contencioso, según ha denunciado su propietario, Martín Giménez. "Vinieron a la granja y sin avisarnos ni nada le han adjudicado a otra persona la propiedad y también las ovejas que no tenían nada que ver", explicó el afectado.

El inmueble sí estaba inmerso en un contencioso judicial que ha derivado en la ejecución del embargo, pero las ovejas seguían perteneciendo a su propietario, el pastor que las ha cuidado durante años. "Las ovejas estaban a nombre de mi mujer", explica el ganadero afectado por la decisión judicial, que su abogado anunció ayer que va a recurrir.

La comisión judicial se personó recientemente en la granja para proceder a la ejecución del embargo del inmueble y cuando se encontró con las ovejas en su interior decidió incluirlas en el lote y adjudicarlas en el embargo. "No me lo explico, las ovejas no tenían nada que ver en el asunto; lo normal era que me hubieran dado un plazo de tiempo para que las hubiera sacado de allí, pero ya se las han llevado", lamentó ayer el ganadero, mientras muestra la documentación que acredita que recibe subvenciones por el mantenimiento del ganado y que la titular del ganado es su mujer. "Es un robo", asegura indignado.

Fuentes jurídicas señalaron que no se le había comunicado la fecha del alzamiento del embargo y que, por tanto, no había podido sacar las ovejas de la granja, aunque la ley señala que ha de darse un plazo para casos como este.

Giménez aseguró que la comisión judicial alega que las ovejas estaban "abandonadas" y que por tanto se adjudicaban junto con la explotación. Además, el ganadero advierte de que se han llevado las ovejas sin el permiso de la Conselleria de Agricultura que debe autorizar el desplazamiento del ganado.