El equipo de gobierno de Massalfassar quiere tapiar las obras del centro de día que empezó a construir en 2010 con un presupuesto de 654.000 euros y que la empresa constructora abandonó hace ahora diez meses tras haber cobrado más de 200.000 euros. La razón de que el consistorio quiera ahora proteger con un muro esta infraestructura que iba a dar servicio a 70 jubilados de la localidad no es tanto el abandono de la constructora sino que, además, se ha dado cuenta de su inutilidad en estos tiempos de crisis económica.

«Buscar ahora una nueva empresa y retomar las obras sería gastar dinero por gastar y no darle una utilidad —reconoce el alcalde en funciones José Vicente Rico (PP)—. En el momento en el que se planteó el centro puede que hubiera gente que quisiera ingresar en él, pero como están ahora las cosas la gente mayor prefiere quedarse en casa». El regidor reconoce que cuando se optó por invertir toda la ayuda del Plan Confianza para Massalfassar en este proyecto, pudo haberse hecho de forma precipitado. «No nos daban tiempo para pensarlo bien», asegura.

Así pues, el ayuntamiento rodeará con un muro este edificio a medio construir para que no se deteriore y en espera de mejores tiempos para reabrirlo. «Cuando la situación económica remonte podremos retomar las obras, acabarla e inaugurar el centro», señaló Rico. El regidor descarta cualquier otra solución, como podría ser destinar el edificio a otro uso que no fuera el de residencia diurna para ancianos y pensionistas. «Nosotros no podemos hacer lo que ha planteado Museros (destinar su centro de día, también cerrado, para ampliar un colegio público) ya que no hay nada a los alrededores y el proyecto está planteado para un centro de día», subrayó Rico. Actualmente, acceder al interior de la contrucción abandonada es relativamente fácil, ya que el edificio apenas está rodeado por una verja metálica provisional.

Cuatro centros de día sin uso en l’Horta

Entre 2010 y 2011, la entonces consellera de Bienestar Social, Angélica Such, visitó e inauguró varios centros de día de l’Horta Nord. La actual situación de aquellas residencias haría pensar a más de uno que la consellera Such era gafe. En noviembre, por ejemplo, inauguró las obras del centro de día de Museros, que costó un millón de euros del Plan Confianza y que abrió de forma simbólica durante una jornada de visitas vecinales antes de las elecciones municipales. Hoy permanece cerrado y el consistorio pretende convertirlo en una ampliación de un colegio cercano ante la falta de demanda para la residencia. En febrero de 2011, la consellera visitó las obras de la residencia de Massalfassar, que se tapiarán para concluirlas cuando lleguen tiempos mejores. En marzo de 2011 inauguró el centro de día Elaia de Moncada, que costó 360.000 euros. Tras aquel acto siguió cerrado hasta que el pasado febrero, casi un año después, el ayuntamiento decidió instalar allí una unidad de respiro. Hay que añadir también el de Rocafort. v. c. almàssera