El hospital Acuario, pionero en España en partos naturales y en interrupciones voluntarias del embarazo, baja la persiana el próximo 31 de mayo. El concurso de acreedores en el que entró hace un año la mercantil Acuario Espai de Salut, S. A., creada en 1986 y que gestiona una clínica en Beniarbeig y otra en Valencia, ha sido una losa demasiado pesada. Los planes para rebajar la deuda de 4,2 millones que arrastraba la sociedad no han funcionado.

El pasado mes de febrero el administrador concursal declaró la liquidación. Todo se fió entonces a un milagro: encontrar un inversor que hiciera una oferta por toda la unidad de actividad. Hasta la fecha ese inversor no ha llegado. Los gestores de la clínica consideran que la suerte está echada. El 31 cierra el hospital y se despedirá a los 54 empleados. Las indemnizaciones por estos despidos incrementarán la deuda de la sociedad. La clínica contaba también con unos 30 médicos colaboradores.

"Sí, es una pena, porque en España no hay un proyecto asistencial como éste de partos naturales sin violencia", comentó ayer a este diario el director gerente de Acuario, Javier Caridad. "Ojalá surgirá un inversor que permitiese dar continuidad a la labor de obstetricia y maternidad que se ha realizado aquí en los últimos 25 años", añadió.

Durante el concurso de acreedores, se vislumbró por momentos un posible futuro de viabilidad. "Conseguimos aumentar la actividad pese a que el momento era complicado y algunos meses los cerramos con beneficios, Pero el problema era que, al mismo tiempo, debíamos reducir la deuda", explicó Caridad, que apuntó que el retraso en los pagos de la conselleria de Sanidad también ha sido un lastre. En la actualidad, la conselleria les debe más de 200.000 euros.

El pasado año este hospital celebró sus 25 años con una campaña titulada "puras vidas". Los pacientes celebraron esa filosofía del trato familiar y el nacimiento sin violencia que introdujo el ginecólogo Pere Enguix. El aniversario insufló algo de optimismo. Pero los números, al final, seguían sin cuadrar. Ahora, si a mediados de junio, el inversor-milagro sigue sin aparecer, las propiedades de la mercantil (equipamiento del hospital, parcela, ordenadoresÉ) se venderán a lotes.

Con el cierre de Acuario, la provincia de Alicante se queda sin la única clínica que practicaba interrupciones del embarazo en el segundo trimestre.