Que hay un pirómano que todos los veranos deja su impronta en las montañas que rodean la carretera de Gata de Gorgos a Llíber (la Marina Alta) es ya una evidencia. Desde 2008, no ha habido verano en el que no le haya prendido fuego al monte. Siempre actúa en la misma zona (las inmediaciones de la Font d'Aixa) y también siempre aprovecha las últimas horas del día, cuando ya no hay margen para que los medios aéreos sofoquen con rapidez las llamas.

Ahora esas montañas, que comparten Gata, Llíber y Pedreguer, suman otra mancha negra. Un incendio, que se declaró la noche del martes en la zona del Racó del Tio Benito, ha arrasado unas 40 hectáreas de pinos y monte bajo. Las llamas comenzaron en dos focos (otra evidencia de que el incendio fue intencionado) en la parte baja de la montaña, junto al río Gorgos. El viento propagó el fuego monte arriba. Este paraje del Racó del Tio Benito es muy frecuentado por cazadores. Uno de ellos comentó ayer a este diario que no era de extrañar que las llamas avanzaran incluso con virulencia, ya que la vegetación "era muy espesa".

En esta ladera de la montaña no hay viviendas, pero a cierta distancia sí están las urbanizaciones de Gata Residencial y Monte Pedreguer. Por precaución y, sobre todo, por la intensa humareda, a medianoche se decidió desalojar un centenar de chalés (unos 150 vecinos). De todas formas, estos residentes lo tenían difícil para conciliar el sueño. "La montaña estaba encendida. Veíamos un resplandor rojo que iluminaba el cielo", describió uno de los vecinos que pasó la noche en vela.

Ese resplandor se observaba desde media comarca. El humo y la ceniza llegaban a las urbanizaciones. A pesar de que no podían intervenir medios aéreos, los bomberos consiguieron estabilizar el incendio a las 4.30 horas de la madrugada. Entonces los vecinos ya pudieron regresar a sus viviendas. Durante toda la noche, trabajaron en la zona unas 65 personas, entre bomberos y brigadistas.

Nada más despuntar el día, dos helicópteros se incorporaron a las labores de extinción. Terminaron de apagar las últimas llamas y los rescoldos que se iban avivando. El fuego ya se dio por controlado, pero no por extinguido. Todavía ayer no había un balance definitivo de la superficie calcinada, aunque las fuentes consultadas consideran que han ardido al menos 40 hectáreas.

En el lugar que se originó el fuego, junto al río Gorgos, había ayer una lata de gasolina calcinada y una botella de cristal rota. Nadie supo confirmar a este diario si guardaban relación con el incendio.

El Racó del Tio Benito no dista mucho del Racó del Gorgos, en Llíber, donde el pasado verano ardieron 52 hectáreas de otra montaña de gran valor forestal. Y tampoco está muy lejos del paraje de la Ponderosa, en Pedreguer, que se quemó en septiembre de 2009, o la Font d'Aixa, que en los últimos años también ha sufrido dos incendios.

De hecho, desde 2008, cuando un incendio al otro lado del río Gorgos, pero también próximo a todos los citados, devastó más de 30 hectáreas y también se originó en dos focos, en esta sierra que comparten Gata, Pedreguer y Llíber se han declarado siete incendios forestales. El fuego acecha parajes de gran valor natural y paisajístico y, a cada verano, ennegrece más estas montañas.