El consejo de administración de la Sociedad Urbanística Municipal de Paterna (Sumpa) aprobó, en la mañana de ayer, la solicitud del concurso de acreedores ante la situación de insolvencia económica que acarrea la promotora pública debido a una deuda aproximada de 40 millones de euros con un total de siete entidades bancarias, debido a que la crisis económica y el estallido de la burbuja inmobiliaria ha paralizado casi todos los proyectos urbanísticos en la ciudad, así como la venta de las viviendas de protección oficial construidas.

La oposición del PSPV y Compromís per Paterna culpó al gobierno del alcalde Lorenzo Agustí de llevar a la quiebra a la sociedad por no cumplir el objeto social para el que fue creada, pues recordaron los gastos de patrocinio de conciertos de fiestas y la compra del edificio que se convirtió en su sede, junto con Gespa, en el Parc Tecnològic.

Pero el PP respondió a estas críticas asegurando que todas las deudas contraídas con los bancos por la compra de terrenos -en los sectores Los Molinos y la Colonia Militar- para su posterior desarrollo urbano corresponden al anterior gobierno PSPV-EU, pues el "único gasto achacable" al actual gobierno de Agustí es la compra con el apoyo socialista del edificio de las empresas municipales, en el que además de Sumpa está Gespa, con más de 300 trabajadores, y Aigües de Paterna. "Un bien tangible y con valor ubicado en el Parc Tecnològic", aseguraron fuentes municipales.