La zona de 498 hectáreas calcinada en el parque natural de la Sierra de Mariola en el incendio registrado el pasado 12 de julio tardará al menos 60 años en regenerarse. El fuego afectó a una amplia zona de pinar adulto y los técnicos consideran que precisará de este tiempo para volver al mismo estado. Con todo, se confía en que no será necesario proceder a la reforestación de la zona, toda vez que se cumplen los condicionantes para que la vegetación rebrote de forma espontánea.

Tal y como informó este diario, el parque natural de la Sierra de Mariola sufrió el pasado día 12 de julio un pavoroso incendio que se llevó por delante medio millar de hectáreas de monte entre los términos municipales de Alcoy y Cocentaina. La mayor parte de lo quemado es de protección integral y las llamas se quedaron a escasa distancia de la emblemática cima del Montcabrer.

El suceso ha supuesto un duro golpe para este espacio natural, que según los técnicos, necesitará de un amplio período para volver al estado inmediatamente anterior al siniestro. Las fuentes consultadas por este diario han explicado que teniendo en cuenta que el fuego ha afectado a una amplia zona de pinar adulto, se necesitarán al menos 60 años para que adquieran parecidas proporciones.

Los técnicos, con todo, confían en que no será necesario repoblar y que la vegetación, incluidos los árboles, rebrotará de forma espontánea. El bosque mediterráneo tiene una elevada capacidad de regeneración, como se ha puesto de manifiesto en sucesivas ocasiones.

Si todo evoluciona conforme a lo previsto, en el plazo de tres o cuatro meses ya se podrán ver rebrotes de matorral, teniendo que esperar un poco más para que aparezcan los primeros pinos gracias a las semillas que han esparcido las piñas.

A la vista de experiencias anteriores, además, es muy probable que se tenga incluso que proceder a un aclarado de los pinos para que puedan desarrollarse con normalidad. Esto mismo sucedió en el incendio registrado en la propia Mariola en 1994, y más en concreto en la zona de Sotarroni, que registró una regeneración espectacular.

Lo único que podría llevar al traste estas expectativas sería la entrada en un ciclo de sequía, cosa que por otra parte no parece tan improbable a la vista de la evolución climática que está registrando el área mediterránea. En ese caso las semillas no podrían fructificar como es debido. Además, resultaría necesario que este próximo otoño ya se registrasen lluvias, dado que en caso contrario los insectos podrían devorarlas en gran parte.

Con todo, y tal y como ya anticipó este diario, los técnicos se han dado un plazo de tres años para comprobar la evolución de la zona quemada y, en función de ello, plantearse posibles repoblaciones si ello resultase necesario.

Desde el parque natural, asimismo, ya se ha anunciado que se va a trabajar para retirar el arbolado calcinado, de manera que no suponga un obstáculo para la regeneración de la sierra.