El actual alcalde de Nàquera, Damián Ibáñez, del partido independiente UPdN, ha denunciado que la arquitecta municipal, Magda Pomés, «facturaba al ayuntamiento por trabajos realizados en el ejercicio de sus funciones». Ello, afirma, «resulta, cuanto menos, curioso» en el caso de una funcionaria que pertenece «a la categoría más alta» y podría suponer una incompatibilidad legal. Ibáñez —que lidera el gobierno tripartito con el PSPV y el IVIN, el partido de las urbanizaciones— reveló a Levante-EMV que el equipo de gobierno ha acordado no pagar un total de 60 facturas, que suman 70.551 euros, correspondientes a los 12 ejercicios comprendidos entre 1996 y 2007, ambos inclusive. Esa cifra se refiere a obligaciones contraídas por el consistorio —cuando era gobernado por el Partido Popular— y que el tripartito considera que han prescrito.

Dentro del referido montante, figuran sendas facturas de 23.943 euros, presentadas por Magda Pomés. La primera corresponde a «honorarios por la redacción del proyecto del PAI de la Forqueta«, con fecha del 31 de diciembre de 2012 , por valor de 16.423 euros; y «a otros honorarios», con fecha de 31 de diciembre de 2003, correspondiente a la redacción de proyectos de ese año, por valor de 7.520 euros. Entre las otras facturas que el tripartido de Nàque­ra ha anunciado que no pagará, figura también una de 8.564 euros, por la redacción del proyecto del PAI de la Forqueta, con fecha del 31 de diciembre de 2012. En este caso, el alcalde resalta que el abogado, personal laboral, que la presentó, no formaba parte de la plantilla de funcio­narios públicos, aunque la factura «no estaba suficientemente justificada».

Según Damián Ibáñez, «hemos dado de baja en la contabilidad mu­nicipal, facturas de más de cuatro años que no estaban bien justificadas o que no han sido reclamadas por los acreedores, tal como marca la ley».

«Es legal, tengo dedicación parcial»

Por su parte, Magda Pomés, señaló que nunca «he reclamado esas dos facturas de 24.000 € al ayuntamiento, porque entiendo que han prescrito ya, puesto que hace mucho tiempo que se presentaron y además como no se llegaron a efectuar los proyectos, nunca pensé en cobrarlos». Ni siquiera, enfatizó, «me acordaba de ellas».

Respecto a una supuesta incompatibilidad, defendió que en los 37 años que ha trabajado para el Ayuntamiento de Nàquera, «siempre he tenido dedicación parcial, materializada en un convenio que tuve desde el principio y por el que yo sólo trabajaba durante un determinado número de días en el consistorio». Al principio, aclaró, «tenía una dedicación del 25% y más recientemente del 50%». Según la técnica, «nunca he trabajado para el sector privado en Nàquera, y cuando he redactado y firmado un proyecto municipal, lo he hecho en mi estudio, porque no había medios humanos ni técnicos para realizarlo en el consistorio». Además, subrayó «cobraba la mitad de los honorarios estipulados por el Colegio de Arquitectos y no percibía nada por la dirección de la obra».

Pomés mantiene un conflicto con el nuevo equipo de gobierno. La portavoz del IVIN, Ester Hernández, ha solicitado al alcalde, que amortice la plaza de la arquitecta pues ha cumplido ya 65 años y entiende que debe jubilarse. Sin embargo, la urbanista quiere seguir en activo. Pomés compatibiliza su plaza de arqui­tecta a tiempo parcial con su estudio en Valencia desde 1975.