La dirección del Hospital de Manises ha decidido cambiar el modelo de las sillas de ruedas que hasta ahora se usaban en este centro gestionado por la unión temporal de empresas (UTE) Sanitas-Ribera Salud. Las últimas sillas adquiridas por el hospital son más anchas (lo suficiente para que no quepan por una puerta de tamaño medio) y con el palo en el que se enganchan los goteros soldado a la estructura. Además, no se pueden plegar.

La razón de este cambio de modelo no es otra que la de impedir, en la medida de lo posible, que los asientos adaptados puedan ser sacados del edificio e introducidos en un turismo o furgoneta, ya que desde que el Hospital de Manises abrió sus puertas en mayo de 2009, han sido hurtadas un total de 79 sillas de ruedas.

Así lo reconoce el Responsable de compras del hospital en la contestación que se ha remitido a la familiar de un paciente que el pasado mes de julio presentó una queja (hecha pública por Esquerra Unida de Quart de Poblet) ante la Agencia Valenciana de Salud (AVS) por la falta de sillas en el servicio de urgencias del centro de Manises, la tardanza de nueve horas en asignarle una habitación y por servirle la comida fría.

Más de cien sillas compradas

Según recoge la respuesta remitida por la comisionada de la AVS Pilar Viedma Gil de Vergara, «desde la apertura del hospital se han adquirido 104 sillas de ruedas, de las cuales actualmente y debido al hurto de las mismas, sólo quedan disponibles 25. Las últimas sin posibilidad de plegado y con un palo de altura suficiente, soldado a la silla, para imposibilitar en lo posible que puedan ser sustraídas con tanta facilidad».

Ayer, desde la dirección del hospital matizaron que si bien es cierto que se han adquirido 104 sillas a lo largo de los últimos tres años, actualmente hay más de 25 unidades disponibles, contando con una reserva de medio centenar de sillas adaptadas para enfermos.

Las mismas fuentes señalaron que al poco de abrirse el centro hospitalario se registro un robo de unas veinte unidades, pero desde entonces la mayoría de los hurtos corresponden a acciones individuales de pacientes o familiares que se llevan a casa la silla con la que se desplazaban por el hospital. La firma que gestiona el servicio señala que desde 2009 ha tenido que adquirir nuevas partidas de sillas en al menos seis ocasiones por culpa de este tipo de hurtos. La dirección explicó también que cada uno de estos asientos está valorado en unos 280 euros, por lo que la pérdida económica que ha sufrido la empresa por este concepto ronda los 22.120 euros.

Por todo ello, la UTE ha optado por adquirir de un tiempo a esta parte sillas más difíciles de hurtar y cada servicio de hospitalización realiza un control de las unidades que se prestan.

Cambio del modelo de toalla

Pero el modelo de las sillas de ruedas no es el único que se ha cambiado en el hospital de Manises para reducir los costes por hurtos. La empresa ha cambiado también el tipo de toallas que disponían las habitaciones, al haber registrado también desde la apertura un alto índice de «desapariciones». Para evitarlo, se han ido sustituyendo las toallas con el logo del centro hospitalario disimulado por otras bastante menos atractivas con el símbolo del hospital ocupando gran parte del tejido.