Las excursiones por el Montgó siempre deparan sorpresas. El niño Max Rademacher, de cinco años, encontró, mientras recorría con su familia una de las rutas del parque natural, una moneda que tenía toda la pinta de ser antigua. La familia acudió al castillo de Dénia para informarse sobre si el hallazgo tenía valor. El arqueólogo municipal, Josep Antoni Gisbert, confirmó en una primera inspección que es una pieza de bronce acuñada en época de Constancio II, es decir, en el siglo IV. En la cueva donde este chico descubrió la moneda antes se habían encontrado fragmentos de lucernas del bajo imperio y otras piezas numismáticas. Ese abrigo debió utilizarse como santuario.

La familia, que es de Hamburgo, ha entregado la moneda al museo de Dénia. La concejala de Cultura, Pepa Font, ha agradecido ese "gesto que han tenido hacia el patrimonio dianense". A cambio, la familia recibirá un dossier sobre la pieza y una invitación para que el pequeño Rademacher visite el próximo año, cuando vuelva de vacaciones a Dénia, las dependencias y almacenes del museo arqueológico.

La moneda es del tipo AE3 y se acuñó en la ceca de Arles entre el año 337 y el 361, periodo en el que fue emperador Constancio II.