Bétera celebró ayer la tradicional Festa de les Alfàbegues, el acto central de las fiestas patronales en el que se realiza la ofrenda a la Mare de Déu d'Agost.Poco más tarde de las 9:30 de la mañana dio comienzo el pasacalle desde l'Hort de les Alfàbegues hasta la iglesia de la Purísima Concepción, en un recorrido que culminó pasado el mediodia. Miles de kilos de confeti se lanzaron por las calles de la localidad, otro de los ritos que no puden faltar en esta fiesta de la localidad del Camp de Túria. La tradición señala que con este acto los mayorales deben afear a las mujeres casadas de la localidad para que únicamente puedan brillar ese día las obreras solteras.

Y es que las reinas de las fiestas son las protagonistas. Este año la primera obrera fadrina era Alba Campos y la segunda, Patricia Garijo. La primera obrera casada fue Mª José Escrivá y la segunda, Mª Ángeles Moroto. Las cuatros lucieron sus mejores galas.

Como es habitual en la fiesta, las obreras casadas acompañan a las fadrines hasta la mitad del recorrido del desfile para retirarse a sus domicilios y vestirse de clavariesas.

Y las otras protagonistas de la conocida festividad de Bétera son las albahacas. Las de esta año han batido de nuevo el récord Guinness. Dos de las 16 alfàbegues que salieron ayer medían 2,86 y 2,80 metros, respectivamente. De este modo, se ha batido la marca que duraba desde 2009 con una altura máxima de 2,71 metros en la plantación de este año, donde la altura media del conjunto de las albahacas es de unos 2,30 metros.

Las dieciséis plantas salieron en procesión hasta la iglesia de la Purísima Concepción bajo un intenso calor transportadas por los amigos y familiares de las festeras. Allí las obreras casadas esperaban, ataviadas de clavariesas, a sus compañeras solteras para colocarles la mantilla blanca como símbolo de respeto.