300 euros y una bolsa llena de utensilios para realizar la liturgia. Ese fue el botín de los ladrones que ayer asaltaron la iglesia de Sant Pere de Tavernes de la Valldigna y que se colaron en el templo aprovechando los andamios instalados en el exterior para llevar a cabo los trabajos de reparación del tejado.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 6.30 de la mañana. En ese momento empezaba la jornada laboral de los operarios de la obra, que fueron quienes, tras escuchar un fuerte ruido, se dieron cuenta de que alguien había entrado en el interior del templo con la intención de robar. Fueron los mismos trabajadores los que alertaron a la Policía Local del municipio y, posteriormente, al párroco, José Vicent Calza, quien, tras personarse en el lugar, comprobó que los cacos habían reventado el cajón con la recaudación del "lamparario", un elemento en la que los feligreses depositan su aportación a cambio de encender una vela. Los cacos lograron introducirse en el interior de la iglesia trepando por los andamios situados en la calle Roser, en la parte posterior del templo