La belleza de sus pinadas atrajo, ya a finales del siglo XIX, a líderes económicos y sociales de Torrent y el entorno que construyeron viviendas y casas de veraneo. Pero fue en la primera mitad del siglo XX cuando el Vedat se convirtió en un núcleo de referencia para parte de la burguesía valenciana —se instalaron allí los Blasco-Ibáñez, Vicente Fe Castell, familiares del pintor Julio Peris Brell, Salvador Gamborino, Ramón Casanova Boix o el médico José Soler Burgos, entre otros— que no dudó en contratar a arquitectos de renombre —Javier Goerlich, Antonio Gómez Davó, Luis Albert o José Cort Botí— para que diseñaran singulares edificaciones donde pasar los meses más calurosos del año. De hecho, llegó a proyectarse en 1917 un paseo que conectara la Gran Vía Marqués del Túria de Valencia con este núcleo forestal aunque nunca se construyó.

Ese rico patrimonio, que superaba el medio centenar de casas arquitectónicamente interesantes hace varias décadas, ha desaparecido en parte al no existir ningún plan municipal de protección. Los chalés de valor que hoy perviven —al menos una veintena— o bien lo hacen porque sus dueños han invertido voluntariamente en su preservación, o bien han sido alterados con reformas impropias. Ninguno forma parte del catálogo municipal a pesar de que diversas voces lo reclaman desde hace años.

La propia asociación de vecinos del Vedat ha denunciado en ocasiones la desaparición de casas por falta de protección. E incluso el Consell Valencià de Cultura llamó la atención en un dictamen de 2009 sobre este tipo de edificaciones. Hace varios meses, era el investigador local Tomás Roselló en un extenso trabajo para la publicación «Papers de l’Horta».

Según esta investigación, el primer chalé que se construyó fue el de juez municipal de Torrent Vicente Marín Ferrer en 1898, en las inmediaciones del actual pabellón deportivo. Hoy sigue en pie, habitado y en buen estado, sin alteraciones significativas. Años más tarde fue su rival político y secretario judicial, Silverio Ribelles, el que hizo lo mismo.

En los años 20, comienzan a construirse casas abogados, empresarios y personalidades de Valencia, entre ellos el propio Vicente Fe Castell, director durante la República de El Mercantil Valenciano, que fijó allí su residencia hasta que tuvo que exiliarse durante la Guerra Civil.

En los años 30, el Ayuntamiento de Torrent comenzó a arrendar suelo público en el Vedat para familias que edificaron sus casas, como forma de aumentar sus ingresos. De esta etapa son algunos de los chalés más originales, situados en el entorno del restaurante El Romeral, que se caracterizan porque en origen no tenían vallado y quedaban integrados en el paisaje de pinos.

De la década de los 30 y los 40 se localizan en el Vedat desde casas de estilo tardoecléctico y neobarroco, hasta otros edificios de aire racionalista diseñados por José Cort Botí. Uno de los más significativos fue transformado con escaso rigor, en opinión de Roselló. Respecto a la cesión del suelo, el consistorio tuvo que regularizar esta situación en los años 60 y todavía se mantiene algún litigio del proceso. El crecimiento inicial del Vedat se originó en el entorno del acceso principal de la época, la avenida San Lorenzo. Y cuando se culminó el trazado de la avenida principal de Torrent el desarrollo continuó por esa zona.