Una mujer y su hijo hallaron ayer en Oliva una culebra de aproximadamente metro medio de longitud y gruesa como un brazo al entrar en un cajero automático situado en la carretera que atraviesa la ciudad. Aunque el susto fue mayúsculo, el animal pertenece a una especie autóctona y no reviste peligro para las personas. Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la tarde en una oficina de Bankia situada en la carretera del Poeta Querol, en pleno centro de la ciudad. Al acceder al recinto donde se encuentra el cajero automático, la mujer comprobó que en el suelo había una serpiente de tamaño considerable, lo que le llevó a abandonar el local. Cuando la centralita de la Policía Local recibió la llamada de aviso, los agentes que estaban de guardia pensaron que se trataba de una broma, pero cuando llegaron a la sede bancaria comprobaron que la serpiente estaba viva, aparentemente en buen estado y que su descripción coincidía con una culebra autóctona de las que abundan en los montes valencianos. Finalmente, los agentes capturaron el animal y lo soltaron en una zona forestal.