El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna ha ordenado a Francisco Vercher, un «colombaire» del municipio, que cierre el palomar que tiene instalado en la terraza de su casa «por carecer de licencia ambiental» y tras la denuncia de un vecino al que le molestaba la presencia de las aves junto a su casa.

Esta es la primera vez que el consistorio emite una orden de ese tipo amparándose en un informe de los técnicos municipales que interpreta que la Ley de Prevención de la Contaminación y Calidad Ambiental del año 2006, que regula la protección al medio ambiente en actividades industriales y mercantiles, obliga a los propietarios de este tipo de instalaciones a disponer de la pertinente licencia ambiental. Actualmente ningún aficionado del municipio dispone de este tipo de licencia.

El afectado recibió el primer requerimiento municipal el pasado mes de mayo. En él se le pedía que procediera a regularizar la situación de su palomar a instancias de la denuncia del vecino de la casa adyacente en la que tiene instalados los cajones en los que guarda los palomos.

Vercher remitió el escrito a la Federación de Colombicultura de la Comunitat Valenciana para que redactara las alegaciones pertinentes y las presentara en el consistorio. En el documento, la federación argumenta que el afectado dispone de la licencia para vuelo y tenencia de palomos deportivos, «la única que debemos tener», según señaló un miembro de la Sociedad de Colombicultura de Tavernes, que está dando todo su apoyo a Francisco Vercher. Además, esgrimen que, al contrario de lo que se señala desde el departamento de Urbanismo, la Ley de Prevención de la Contaminación y Calidad Ambiental «no es de aplicación a los palomos deportivos», pues consideran que en este caso, se aplica la Ley de Protección de la Colombicultura de la Generalitat Valenciana, que obliga a los consistorios a proteger a estos animales para que se lleve a cabo la práctica de este deporte de una manera adecuada.

Según Vercher, el ayuntamiento le pedía un pago de 20 euros para llevar a cabo una inspección técnica en el inmueble, algo que ya se ha llevado a cabo. Una vez realizado el informe, tras el verano, se dictaminará si su vivienda es adecuada o no para poder disponer de este tipo de instalaciones.