El Ayuntamiento de Gandia ha empezado a aplicar las sanciones que anunció contra las personas que ejercen la prostitución en las calles de la ciudad y, especialmente, en diversas zonas del extrarradio. El gobierno local del Partido Popular, en respuesta a las quejas vecinales que se vienen produciendo desde hace años, ha echado mano de la ordenanza de Convivencia Cívica para atajar el problema, cuyas sanciones económicas por prostitución en la calle pueden llegar a los 1.500 euros.

Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, en los últimos meses se ha identificado a decenas de mujeres y muchas de ellas han sido multadas por ofrecer servicios sexuales. Buena parte de esas sanciones se ha aplicado en la zona de mayor concentración de prostitución de Gandia, que se encuentra en los accesos desde el sur de la ciudad, concretamente en las vías que confluyen en la gasolinera conocida como "les Palmeres".

De momento, la cuantía de las sanciones que han recibido estas mujeres asciende a 100 euros, al ser la primera vez que son multadas. Ahora bien, desde el consistorio se tiene constancia de que, pese a la mayor presión y a las sanciones, las chicas vuelven al lugar donde se practica la prostitución en el mismo momento en que las patrullas policiales se alejan.

De la misma manera, la actitud menos contemplativa de Gandia y la decisión municipal de impedir la prostitución en la calle ha "desplazado" la actividad a otros lugares donde es más fácil esconderse si aparece la policía, como el área donde se construye el nuevo hospital comarcal o al término de Bellreguard, que queda al margen de las operaciones que realiza la Policía Local de Gandia.

Otra de las medidas que ha tomado el gobierno local para acabar con la prostitución ha sido la de actuar contra los clientes que requieren los servicios de las jóvenes. En julio, el consistorio anunció la instalación de cámaras de seguridad en una de las zonas de mayor concentración de este tipo de actividad.