Para diez pueblos de la Marina Alta, el tijeretazo en el capítulo de personal todavía estaba por llegar en 2011. Según las liquidaciones de los presupuestos enviadas por los ayuntamientos al Ministerio de Hacienda, Castell de Castells y Pego incluso superaban la línea roja. Ambos consistorios destinaron el pasado año más de la mitad de sus ingresos a pagar las nóminas de los trabajadores municipales. El primer pueblo, con 516 habitantes, gastó el 55 % de su presupuesto en salarios. Sólo Pego le hizo algo de sombra, con un 51 %. El consistorio pegolino atraviesa graves problemas económicos. El plan estatal de pago a proveedores le permitió enjugar una deuda de 3,8 millones. Entre otras medidas de ajuste, ha eliminado cuatro puestos de trabajadores interinos y reducido un 10 % la jornada y el sueldo a los laborales.

En total, en la comarca hay diez pueblos que destinan más del 40 % de sus ingresos a sostener el capítulo de personal. Además de los citados, están El Verger (48 %), la Vall d'Ebo (46 %), la Vall d'Alcalà (45 %), Llíber (44 %), Els Poblets (44 %), Calp (43 %), Benissa (42 %) y Sanet i els Negrals (42 %). Cinco de ellos tienen menos de mil habitantes.