El alcalde de Gandia, Arturo Torró, ha dado instrucciones a su concejal de Seguridad, Javier Reig, para que estudie cómo crear una unidad de la Policía Local que, especialmente en verano, se dedique específicamente a atajar los ruidos y escándalos que se producen en la ciudad y en la playa.

La decisión de Torró llega justamente al final de un verano en el que centenares de personas han mostrado públicamente su malestar por las molestias que tienen que soportar a consecuencia de la mala planificación y la celebración de espectáculos de alta sonoridad, pero especialmente de actitudes incívicas causadas durante las interminables noches del verano de la playa.

Como informó Levante-EMV, dos asambleas celebradas en la plaza del Baladre reunieron a cerca de quinientas personas que constituyeron la Asociación de Vecinos por la Convivencia. Poco después solicitó permiso para celebrar una manifestación por primera línea de la playa.

La fecha elegida, 11 de agosto, sábado, hizo que el ayuntamiento alegara en contra por considerar que iba a causar muchos problemas a los turistas y al tráfico, de manera que la Delegación del Gobierno no autorizó la marcha. Los vecinos protestaron y acusaron tanto al ayuntamiento como a la delegada del Gobierno de connivencia para impedir que la protesta se llevara a cabo en ese lugar. Las actuaciones en terrazas de hoteles y otros locales, los espectáculos del Maremágnum y del Gandia Arena, el volumen de algunos chiringuitos, el griterío en apartamentos y los botellones y desmanes que a veces se producen en la calle son otros aspectos que han generado protestas y que también ha llevado al Gobierno local a tomar la decisión de actuar policialmente contra estas actitudes que son un mal que se arrastra desde hace años.