Tras una semana de huelga en la que apenas se ha recogido la basura en Catarroja ni se han limpiado las calles, los trabajadores y la empresa que tiene adjudicado el servicio por parte del ayuntamiento llegaron a un acuerdo y desconvocaron la huelga. Los representantes sindicales de los empleados negociaron con los responsables de Personal y el abogado de la empresa. Finalmente, la firma aceptó subirles el sueldo un 2% -habían denunciado que cobraban en torno a los 500 euros al mes por una jornada de 40 horas semanales- y modificar algunos complementos. Aunque la propuesta dista mucho de lo que los empleados reivindicaban, viene acompañada del compromiso de readmitir a los trabajadores que han sido despedidos estos días, uno de ellos un representante sindical de Comisiones Obreras (CC OO).

Además, según fuentes de los empleados, la firma ha accedido también a pagarles el sueldo íntegro de este mes si iniciaban anoche mismo la recogida y logran hacer desaparecer el dos días la basura de las calles. Para ello, los empleados estimaban ayer que tendrían que trabajar por la noche y también por el día. De esta forma confían en cumplir su parte. "No hemos conseguido lo que queríamos pero, al final, nosotros también estábamos cansados de esta huelga y no queríamos perjudicar más a los vecinos", explicaron ayer los representantes de los trabajadores.

El problema que se ha generado tras una semana sin recoger la basura habría podido tener consecuencias más allá de la población en opinión de algunos expertos. El catedrático de Química Analítica de la Universitat de València y destacado ecologista Ángel Morales, considera que, tras más de una semana sin limpieza, los imbornales pueden estar taponados, por lo que la lluvia trasladaría los lixiviados generados por la descomposición de la materia orgánica por la escurrentía de las calles, hasta l'Albufera y provocar "un problema de contaminación ambiental ocasional" en este parque natural.

Por su parte, el profesor Ricardo Jiménez Peydró, adscrito al departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Biológicas y experto en control de plagas, alerta sobre diversas consecuencias considerables como la proliferación de moscas, ratas y cucarachas, que pueden propagar enfermedades.

La reunión de ayer era la segunda que en más de una semana celebraban empleados y empresa. En la primera la firma negó todas las peticiones. Desde entonces hasta ayer los operarios no habían vuelto a tener noticias de la empresa. Fuentes municipales indicaron que desde el gobierno local se "presionó" a la firma para que llegara a un acuerdo con los empleados "con el objetivo de no seguir perjudicando a los catarrojenses, verdaderos damnificados de este conflicto entre una empresa y sus trabajadores".