«Esto es una tragedia. Ya no tengo ilusión de volar palomos». Enrique Perales se mostraba así de apenado ayer tras denunciar el robo de dieciocho palomos en la parcela privada que compartía con otro colombaire en Novetlè. A él le han sustraído doce ejemplares y a su compañero, Bienvenido, seis. Todos palomos que iban a ser probados para el inicio de la temporada. Perales no pudo cuantificar el coste de los palomos «porque iban a probarse pa­ra ver si servían o no para la competición».

El propietario de las aves explicó que el robo se produjo el martes pasado, cuando por la noche se acercaron hasta la parcela y vieron «los cajones donde reposan los palomos vacíos y forzados. Además, les han robado dos de los cajones dobles donde cuidan a las aves. Perales señaló que los ejemplares sustraídos «pueden valer mucho dinero, ya que son del año pasado e iban a probarse ahora, para la temporada que arranca ahora». La temporada comienza los días 12 y 13.

«Estás todo el año cuidándolos, medicándolos, dándoles de comer, que cada saco de comida cuesta 13 euros y necesitan varios a la semana, así que imagina lo que nos han hecho». La «decepción» tras el robo ha sido suplida con la solidaridad de los colombaires de Novetlè, que se han ofrecido para prestarle palomos.