La mítica discoteca Coco-loco de la playa de Gandia cerrará sus puertas el próximo 1 de febrero. El fin de la antigua "Flash", ubicada en primera línea del paseo marítimo y abierta en el año 1972 , es de una noticia de impacto en Gandia y en la Safor, y todavía lo es más que ese cierre se haya producido por un acuerdo económico entre la empresa propietaria, Becos SL, y el ayuntamiento.

La operación fue anunciada por el alcalde, Arturo Torró, quien explicó que, para acabar con las quejas vecinales por los ruidos y escándalos que se vienen produciendo desde hace años, el gobierno local ha acordado alquilar la discoteca a partir del día de su cierre. A su vez, el ayuntamiento arrendará Coco-loco a empresas interesadas en desarrollar actividades de ocio o restauración, siempre que no causen molestias.

Torró habló con el presidente de la Comunidad de Vecinos de la Colonia Ducal, Ramón Francés, a quien le explicó que las empresas que opten a instalar allí una actividad deberán garantizar las horas de descanso. No se permitirán espectáculos u otros que cierren más allá de la 1 de la madrugada.

Después de ese diálogo, Francés señaló a Levante-EMV su "satisfacción", aunque añadió que habría preferido que el ayuntamiento alquilara la totalidad del complejo turístico de la Ducal, dado que "el chill-out y el bingo también causan molestias".

Un año de negociación

Torró, que no reveló el dinero que le pagará a los propietarios, sí dijo que llevaba un año gestionando esta operación y que el cierre de esa discoteca era algo que "la ciudad estaba esperando" porque "queremos acabar con los ruidos y las molestias para los vecinos y el deterioro de imagen que sufre la playa con la acumulación a altas horas de la madrugada. Es un objetivo de este gobierno que los anteriores no han sido capaces de solucionar". El alcalde enmarcó esta operación en el expediente abierto por el consistorio para modificar los usos comerciales autorizados en la primera línea de la playa.