No se puede hablar de Requena sin hacer referencia al vino. Desde tiempo inmemorial el vino está ligado a este territorio y desde el siglo XVIII ha venido siendo el principal motor económico del municipio. Requena es el municipio con más territorio dedicado al cultivo de la vid en toda la Comunitat Valenciana y el que más vino produce, unos 76 millones de litros cada año. Desde 1912 esta localidad es el referente valenciano de la investigación sobre el vino a través de la Estación de Viticultura y Enología, una de las más antiguas de España, y de la enseñanza sobre el cultivo de la viña y la elaboración del vino en la Escuela de Viticultura y Enología, que ha formado y sigue formando a muchos de los técnicos más reputados del sector. Desde hace 30 años, tras ganar un pleito a la Denominación de Origen Cava este es el único municipio de Valencia donde se elabora esta bebida.

Golpeado en época de abundancia

Mientras la economía crecía a pasos agigantados al ritmo del tirón inmobiliario, el vino cayó en una de las mayores crisis conocidas en un sector habituado a los dientes de sierra de los gráficos de precios. Las rentas de los agricultores han caído desde 2006 hasta el punto de llegar a producir por debajo del Magreb de beneficios. Y los ingresos por la venta de vino embotellado en la zona productora han caído de 103 millones de euros en 2006 a 69,3 en 2011, a pesar de mantenerse las ventas.

Mientras los beneficios crecían en los sectores de servicios, inmobiliario y construcción el vino perdía valor hasta el punto de que dejó de ser el que tiraba de la economía local. Ahora en plena crisis, el mundo del vino vuelve a reclamar su papel hegemónico en la economía requenense. Quiere otra vez su liderazgo perdido como un valor seguro en tiempos de desencanto.

El consumo nacional repunta en favor de los vinos de calidad y el vino empieza a tener cabida en los países emergentes. El precio del vino vuelve a aumentar ante este incremento de la demanda y ya van dos campañas, 2011 y 2012 en que los vinicultores vuelven a ganar dinero con el cultivo.

Para el rector de la Universidad de Valencia, Juan Juliá, esto no es un milagro sino el resultado de mucho trabajo y de la inquietud existente en todo el sector. Destaca que los agricultores y las bodegas han invertido mucho dinero en investigación y desarrollo, que manejan tecnología punta, tienen mucha inquietud y están preparados para asumir retos inmediatos.

En este sentido alerta de que para 2.020 millones de chinos van a subir puestos en la escala social y van a empezar a consumir como europeos, y el vino va a ser uno de los productos demandados.

A poco que tiene oportunidad, Alfonso Rus presume de la Escuela de Viticultura y Enología de Requena, dependiente la entidad que preside, la Diputación de Valencia. A partir del próximo verano técnicos del centro se desplazarán a China para formar allí a técnicos en la elaboración del vino y el cultivo de la vid.

La oportunidad del cava

Emilio Expósito, uno de los bodegueros que hace 30 años consiguieron que en el término municipal de Requena pudiera elaborarse cava, asegura que no ha sido el boicot a los vinos catalanes el motivo del incremento de la venta de espumosos de la zona, sino su calidad.

No se atreve a vaticinar como estarán las ventas en esta campaña: «No lo sabremos hasta que los clientes no comiencen a retirar botellas de los lineales y estanterías de supermercados y vinotecas». El año pasado se vendieron 2,3 millones de botellas de cava elaborado en Requena. Expósito reclama que se reivindique más Requena como el origen del cava valenciano, y que se defina más si el origen del caldo es de una bodega elaboradora o de una que simplemente lo etiqueta y lo comercializa.

José Luis Guaita, agricultor y presidente de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino, prevé un incremento de ventas y precios durante los próximos años gracias a las exportaciones al mercado chino. No obstante, alerta del peligro que en un futuro puede suponer este mercado en cuanto a competencia cuando empiecen a producir vino.