La Guardia Civil detuvo ayer a dos personas que tenían hacinados en un local de Sueca "en condiciones insalubres" a sesenta personas, de origen senegalés, a los que explotaban en tareas agrícolas.

Los agentes investigaban desde el pasado mes de octubre a un grupo que contrataba a personas de nacionalidad senegalesa y residencia en España, para trabajar en el campo, con falsas promesas de condiciones de trabajo y salario, para posteriormente ser explotados en tareas agrícolas.

Fruto de las investigaciones realizadas, se averiguó que los responsables de la trama cobraban a estos ciudadanos, tanto la manutención y transporte, como las herramientas de trabajo, por lo que prácticamente realizaban estas labores en el campo de forma gratuita, y debían mendigar para subsistir.

Las víctimas eran reclamadas para que acudieran a Sueca, donde supuestamente tendrían trabajo como recolectores de cítricos, y una vez allí, trabajaban prácticamente todo el día, con sueldos escasos, y vivían hacinadas en un local habilitado al efecto, con mínimas condiciones higiénicas.

Según los agentes, en este local podían vivir unas sesenta personas, aunque en ocasiones llegó a albergar a un centenar, sin agua potable, agua caliente y en condiciones insalubres, y cada una de ellas pagaba a los detenidos setenta euros mensuales por la estancia.