El Ayuntamiento de Carcaixent ha alcanzado un acuerdo con los representantes de los trabajadores para abonarles una parte de la nómina del mes de diciembre y destinar el remanente a liquidar deudas con proveedores antes de que acabe el año.

Los empleados públicos, alrededor de 140 sin contar a integrantes de escuelas taller, recibirán 1.500 euros, de forma que quienes superen esa cantidad tendrán que esperar a cobrar el resto previsiblemente en los primeros días de enero. Los que estén por debajo lo ingresarán como un anticipo a cuenta.

El acuerdo, aceptado por los representantes de los trabajadores, prevé el pago de forma lineal de 1.500 euros, lo que para el consistorio supone aproximadamente el abono del 70% del total de la nómina. La alcaldesa de Carcaixent, Lola Botella, aseguró ayer que el ayuntamiento tiene disponibilidad económica «suficiente» para atender las nóminas y pólizas de crédito antes de fin de año, pero que ha decidido abonar «unas cantidades» a los proveedores «porque también hay muchos que están necesitados y lo están pasando mal; eso los trabajadores lo han entendido y les estoy muy agradecida», señaló.

Botella explicó que la mayor parte de la plantilla municipal cobra en torno a 1.500 euros «por lo que recibirán la totalidad de la nómina, que comenzará a pagarse ya mismo, antes del plazo establecido y si llegan los ingresos que esperamos antes de final de año quedará todo pagado», adelantó Botella.

Fuentes sindicales señalaron que se abonarán unos 300.000 euros de una nómina global de alrededor de 450.000 euros. La diferencia se destina al pago a proveedores, «los más necesitados o los que más tiempo llevan esperando», dijo la alcaldesa.

El acuerdo se produce justo en un mes en el que los empleados públicos se quedan sin paga extraordinaria tras la supresión por parte del Gobierno a todo el personal al servicio de la Administración. En Carcaixent, la negociación se ha llevado a cabo en los últimos días y antes del acuerdo la propuesta del equipo de gobierno consistía en pagar un 50% de la nómina. Al final, el acuerdo se ha cerrado en torno al 70% de la nómina y ello pese a que el orden de prelación en el pago es claro y señala que los primeros en cobrar deben ser los empleados públicos, aunque el consistorio también quiere hacer frente a pagos con determinados proveedores antes de fin de año.