El tópico dice que la trufa negra, la Tuber Melanosporum, por Navidad se paga a precio de oro. Y este año no ha sido menos. Había poco producto, pero el que había se ha pagado en torno a los 900 euros por kilo en el mercado de Morella. Así lo certifican los buscadores, comerciantes y compradores que se acercan hasta la cita morellana, una de las más importantes de España junto con la estación de Mora de Rubielos y Vic. En los mercados previos a Nochebuena la trufa llegó a casi a los 1.000 euros por kilo.

No obstante, este precio es un espejismo de la realidad del año. De hecho, tras la fiesta de Nochebuena el precio ha desacendido a los 400 euros por kilo. En el mercado celebrado en el viernes previo a la llegada de los Reyes Magos rondó los 450 euros. Si bien se trata de precios llamativos la cantidad no contrarresta la falta de materia prima de calidad. En las fechas previa a la Navidad por Morella se dejan ver compradores franceses en busca de las mejores trufas. Si no vienen directamente son sus representantes en España los que están ojo avizor a la búsqueda de la mejor trufa.

Incógnita sobre el futuro

Sin embargo, la producción escasea. "Ha sido un año malo y aunque creemos que a partir de mediados de enero habrá producto de más calidad, en realidad es una incógnita", afirman los expertos. En Morella ya no se celebra el mercado semanalmente como venía siendo habitual en las últimas décadas. Los buscadores y compradores han acordado celebrarlo cada 15 días para, de este modo, rentabilizar los viajes. Y si el mercado se celebra cada quince días en Morella, también es signo de que en el resto de pueblos el comercio está parado. Prácticamente no han llegado a constituirse sesiones de compraventa ni en Vilafranca, ni en Benassal.