Los alcaldes de Alfafar, Massanassa y Sedaví, a los que los grandes operadores de la zona comercial han pedido "apoyo incondicional" para impulsar ante el Consell su petición de ser considerados Zona de Gran Afluencia Turística y conseguir así la libertad de horarios, exigirán a estas multinacionales que "incrementen la contratación de trabajadores", y "si es posible" de sus municipios, a cambio de su respaldo. Vicent Pastor, mandatario de Massanassa, fue quien anunció ayer la reclamación, que "se pondrá sobre la mesa" en la reunión que mantengan con las empresas peticionarias. Antes, los tres alcaldes celebrarán un encuentro privado para adoptar "una postura común" ante la solicitud, enviada el 23 de enero a cada uno de los tres ayuntamientos por parte de la Asociación de Comerciantes de Alfafar, Sedaví y Massanassa.

Los operadores del macroparque comercial, el más potente de la Comunitat Valenciana y que en breve se verá aumentado aún más con la implantación de Ikea, necesitan el patrocinio de los municipios en los que están instalados, ya que han de ser los consistorios los que pidan la inclusión de su término en la Zona de Gran Afluencia Turística y, por ende, en la libertad de horarios que ésta acarrea.

Según la agrupación, que insiste en que si no consigue abrir los domingos será a largo plazo "una sentencia a muerte" para la zona, "la Generalitat es sensible" a su solicitud,. En ella esgrimen su cercanía a l'Albufera como uno de sus principales atractivos, pero es necesario "que la petición sea realizada e impulsada por los distintos ayuntamientos de las zonas afectadas". Es decir, están en manos municipales.

Preocupación por las familias

Aunque los tres mandatarios aún no se han pronunciado de manera clara sobre su postura individual, lo que sí tienen claro todos es el malestar que la solicitud empresarial ha generado entre los empleados del parque comercial. Estos temen que, al tener que alargar su jornada laboral hasta el domingo, no puedan compaginar trabajo y familia, una preocupación que comparten los alcaldes. "Si los centros comerciales abren todos los domingos y festivos, los empleados tendrán que librar entre semana. Y no es justo que les cambien un domingo por un martes", critica Vicent Pastor. Así que, defiende, "dado que los negocios funcionarán durante más horas, lo lógico es que contraten a más personal y reorganicen los turnos".

Por eso, todos apuestan por exigir a los operadores comerciales que "incrementen su plantilla y, si es posible, que lo hagan con convenios municipales que incentiven la contratación" de sus vecinos, "ya que necesitarán atender correctamente la nueva demanda" que generaría la libertad de horarios.