La macrourbanización residencial y hotelera con campos de golf proyectada junto al lago de la Albufera de Anna se contempló durante años como una tabla de salvación económica para este pequeño municipio (2.500 habitantes) anclado en la comarca de la Canal. En verano de 2012, el ayuntamiento aprobó la solicitud de la empresa promotora, Golf y Aventura Anna Bell, SL, para dejar el proyecto urbanístico en suspenso durante un periodo de dos a cuatro años. Hoy, permanece en el congelador a la espera de una situación más boyante y buena parte del suelo adquirido por la firma a propietarios privados -la mayor parte del cual es de carácter agrícola- está en desuso. Ante esa foto fija, paralela al aumento del número de familias en situación de no tener nada que llevarse a la boca por la crisis, el ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la promotora para dejar a disposición del vecindario los campos de olivos incluidos en los terrenos donde se preveía el PAI, situados específicamente en la partida del Charral, para "ponerlos en producción y que sirvan de sustento a las familias más necesitadas del municipio", según ha anunciado el alcalde en un bando distribuido por todo el municipio esta semana.

La iniciativa ha recibido una calurosa bienvenida por parte de los vecinos. El consistorio informa de que las personas que estén interesadas en cultivar alguna de las parcelas de olivos que forman parte de este complejo urbanístico y deportivo aplazado sin fecha deberán formalizar su solicitud en las oficinas del ayuntamiento entre los días 11 y 15 de febrero. Aquellos vecinos con "cargas familiares y en una difícil situación económica" tendrán preferencia en la adjudicación de las tierras.

"Queremos que no muera"

El proyecto urbanístico de 1.000 casas, un hotel y 20 hoyos de golf, iniciado por un grupo de inversores en 2001 y ligado a la empresa Construcciones Guijarro -hoy en liquidación-, se proyectó para abarcar una superficie total de casi 900.000 metros cuadrados. El alcalde de Anna, Miguel Ramírez, explica que la inmensa mayoría del suelo, en la loma situada en la parte superior del lago, ha sido adquirido ya por la promotora Golf y Aventura Annabella, SL -constituida en 1997 expresamente para ejecutar este PAI-, a decenas de propietarios privados, que percibieron suculentos ingresos por sus tierras en los años de la expansión urbanística. Otros terrenos, sin embargo, se quedaron sin comprar cuando el contexto económico cambió.

El alcalde defiende la iniciativa de convertir en cultivables unas parcelas abandonadas "para que la unidad del golf no muera". Ramírez mantuvo una reunión con los responsables de la promotora de la que surgió este convenio. Desde el principio, la firma ha dado la posibilidad a los dueños de las tierras agrícolas a quienes compró sus tierras de que sigan trabajándolas. Esta medida incluiría a aquellas que están en desuso y las que son de propiedad municipal. En julio, el consistorio aprobó la solicitud de la empresa para quedarse en propiedad una serie de parcelas con tal de liberar a la promotora de las cargas bancarias que venía soportando y que estaban asfixiándola.