La sombra de la quiebra se acrecienta sobre Vallada mientras la tensión instalada en el equipo de gobierno acaba de cobrarse su segunda víctima en poco menos de tres meses. Ayer fue la mano derecha del alcalde Vicente Perales, segundo en las listas de AIPV y único edil de la formación independiente en el consistorio además del propio Perales, quien anunció su dimisión. Agustín López, regidor de Seguridad, industria y comercio y tercer teniente de alcalde, tira la toalla no sin antes cargar duramente contra los socios de gobierno de su partido en una carta de renuncia en la que acusa al PP -de quien depende AIPV para mantener la alcaldía-de sembrar la desconfianza en el gobierno municipal y de efectuar "maniobras" para "quemar" -no en un sentido literal- al alcalde.

Como telón de fondo, otra vez Valpark, el fallido macrocomplejo empresarial que lastra la viabilidad económica del ayuntamiento a la espera de una decisión judicial que mantiene a los miembros de la corporación con los nervios a flor de piel.

Hace tres meses fue un edil popular, Alano García, quien cesó de todas sus funciones por las discrepancias en la gestión económica con el alcalde.