Los análisis realizados por la Conselleria de Sanidad y la empresa que gestiona el suministro de agua potable en Alzira han detectado la presencia de productos fitosanitarios en los pozos que abastecen a la ciudad y el ayuntamiento emitirá hoy un bando para prohibir el consumo humano. No se podrá beber ni utilizar el agua de la red para cocinar hasta nueva orden. Se trata de un problema similar al detectado en Carcaixent el pasado mes de junio, que provocó que se prolongara esta prohibición durante cuatro meses. La contaminación detectada en Alzira está originada por un producto cuyo uso está prohibido en España desde hace diez años.

Los acontecimientos se precipitaron en la tarde de ayer tras tener conocimiento de la contaminación detectada en el agua y el equipo de gobierno convocó una junta de portavoces a la que asistieron técnicos de Aguas de Valencia y el director de Salud Pública en el departamento de la Ribera, que informaron de la problemática y subrayaron que no es motivo de alarma para la población. Fuentes consultadas señalaron que los técnicos explicaron que el producto detectado es «nocivo pero no tóxico» y que harían falta miles y miles de litros de agua para que pudiera ser perjudicial para un niño, si bien dieron instrucciones para que se prohiba el consumo ya que supera el límite que establece la normativa europea, mucho más estricta que la americana. No obstante, el agua se puede seguir utilizando para labores propias de higiene, tanto en la cocina -lavado de frutas- como en la ducha. El equipo de gobierno emitirá hoy un bando hoy mismo con las instrucciones para la población.

Como primer paso para solucionar el problema el ayuntamiento tiene previsto dirigirse al de Carcaixent para alquilarle las plantas depuradoras móviles que éste utilizó para que la población se pudiera abastecer, si bien la solución al problema pasa por instalar unos filtros de carbono en los pozos que abastecen a la ciudad para eliminar las presencia de estos productos fitosanitarios.

La contaminación del agua potable por la aparición de pesticidas tiene dos antecedentes en el último medio año, en Carcaixent y Llaurí.