El humedal de Almardà-Almenara se confirma cada vez más como un reducto para las aves en peligro de extinción. Así lo aseguraba a Levante-EMV David Olmos, uno de los ornitólogos que mejor conoce el paraje y que, junto a otros voluntarios de Acció Ecologista Agró y el grupo de ornitólogos de Castellón AU, ha madrugado durante años para anillar pájaros en la zona y analizar su evolución.

El abandono de la actividad agraria ha contribuido a la recuperación de este humedal y lo ha convertido en "uno de los mejores marjales conservados de la provincia y de mayor calidad de agua", según revelaba el técnico de la Conselleria de Medio Ambiente y director del centro de recuperación, Juan Antonio Gómez.

Su hábitat es el causante del "incremento de la biodiversidad en la zona" y de que nidifiquen especies protegidas como el "Carricerín Real" que según Gómez, está amenazado y se incluye en la directiva europea de aves. Además de éste, desde Agró se destacaba también la "Buscarla unicolor", que está eligiendo esta zona de Sagunt para criar, una de las pocas de la Comunitat Valenciana donde esto se produce, a las que se añade la Albufera, la marjal Pego-Oliva y el Prat de Cabanes, según comentaban los ecologistas.

A estas dos especies se suma el "Pechi Azul", que aunque está más distribuido según matizan desde la conselleria, hiberna en Almardà, "una circunstancia poco habitual, ya que suele ser más común al sur de la comunidad", en opinión de los ecologistas.

Todos estos datos significativos sobre la nidificación de aves, principalmente de esta primavera, que aportan Agró y el grupo de ornitólogos de Castelló AU responden al importante trabajo que están desarrollando en la zona, dentro de un programa de control y seguimiento de las especies que habitan allí.

Este proyecto, que forma parte de los objetivos de L' Estació d'Esforç Constant instalada junto a las turberas, se concreta principalmente en el anillamiento de aves, una práctica que, como explica Olmos, "permite estudiar la comunidad de especies y sus cambios".Este grupo de voluntarios realiza ese trabajo de forma periódica desde hace unos meses, una práctica que se ha incrementado a todas las semanas dada la importancia de la avifauna en estas lagunas.

Voluntarios madrugadores

Su cometido comienza a primera hora de la mañana, antes de que amanezca, momento en el que los ecologistas sueltan seis redes japonesas durante cuatro horas, con las que atrapan a los animales para colocarles las anillas. Además del anillado en sí, acotan unos 1.000 metros de marjal, lo que se conoce como "transectos" desde donde realizan además todo el proceso de observación, otro de los aspectos relevantes de este programa.

En la actualidad, ya cuentan con más de 2.000 aves anilladas, de las que ya han obtenido interesante información, puesto que el estudio y el control que se ha realizado sobre ellas les ha permitido conocer su evolución y comportamiento. "Hemos anillado especies que crían en el norte de Europa y que pasan el invierno aquí y al revés , también a las que crían aquí y pasa el invierno en el norte de África", comentaba.

Este método ha permitido saber "la longevidad y supervivencia de muchas aves, su reproducción, cómo lo hacen, cómo les ha ido; además de facilitarnos una serie de datos importantes como medidas, tamaño, su grasa corporal, edad, especies", aseguraba el portavoz de los ornitólogos.

El seguimiento realizado por los ecologistas en este humedal de Sagunt les ha llevado a concluir que este marjal se consolida como un extraordinario lugar para albergar especies protegidas, un extremo que ha ratificado la propia conselleria.

Desde Medio Ambiente se hacía mucho hincapié en la "potencialidad de este marjal de cara a los próximos años, que se ha recuperado de forma espectacular, lo que lo convierte en un claro reclamo para las aves y lo seguirá siendo, de seguir así".

La gran zona valenciana

El director del centro de recuperación, que se encarga también de coordinar los censos de aves de todo el marjal de Almenara, apuesta por esta zona de Sagunt, ya que "a la marcha que va en cuanto a incremento de hectáreas inundadas, junto a Almenara, podemos estar ante una de las mejores que se conservan de la gran zona valenciana y a la que hay que tener muy en cuenta, pues sobrepasa las 1.200 hectáreas ya", insistía Gómez. A su gran extensión, se añaden también, según la Conselleria, sus excelentes condiciones de hábitat, con mucha vegetación y sustento para las aves.

Respecto al proyecto de Agró, que desde Medio Ambiente se valora como muy positivo y que el mismo Gómez reconocía que es una fuente de datos para la conselleria, se añadía que "está dando sus frutos, aunque todavía queda mucho por hacer y entre lo pendiente está la apertura de la rehabilitada Finca Penya, que ayudaría muchísimo a mejorar este programa"; un edificio que el ayuntamiento de Sagunt quiere abrir antes del verano, según el edil de Medio Ambiente, Paco Villar.