Faltará el olor de la tierra mojada, el rumor del agua, el tacto de las cebollas plantadas en perfecta formación, pero habrá pocas formas mejores de conocer el paisaje milenario de l´Horta sin salir de casa que la nueva página web de la Fundació Assut dedicada a la Real Acequia de Moncada. Como la «séquia mare» que reparte el agua por el entramado de canalizaciones, la página «paisatgesculturals-rsm.org» se desarrolla a partir de tres grandes secciones „«Espai Físic», «Els Paisatges de l´Aigua» y «l´Horta Habitada»„ que van dando paso a multitud de artículos con documentos, videos, fotografías, mapas, entrevistas a expertos e incluso filmaciones a vista de pájaro, sobre casi cada aspecto del paisaje que rodea esta acequia de origen musulmán que une el Turia con el Mediterráneo desde Paterna a Puçol y que el rey Jaume I entregó a los agricultores de lo que hoy es l´Horta Nord.

«Esta web permite fortalecer las alianzas a favor de l´Horta „destacaba durante la presentación de la página el catedrático de Economía de la UPV, Jose María García Álvarez-Coque„. La acción humana ha sido responsable de la degradación, pero la propia acción humana puede recuperar l´Horta. Esta página hace que l´Horta deje de ser como la delicatesen de un grupo de intelectuales y pasa a estar al servicio de la sociedad, de muchos».

Así, el trabajo interactivo de la fundación Assut analiza el contexto geológico y el trazado de la Real Acequia, las terrazas del Turia, los barrancos, los abanicos y la llanura aluvial, los «marjals» y «ullals» que sobreviven. También estudia los cultivos, el clima y su herencia cultural a través de frases de labradores que han quedado a modo de meteorología popular: Núvols rojos a ponent, senyal de vent; Al març marcer, sol carasser; Quan plou i s´arrassa queda´t a casa...».

Sobre los paisajes del agua, la web repasa desde los regadíos históricos mediterráneos al riego «a manta» propio de l´Horta, destacando cómo esta «red de agua rodada» ha ido transformando el entorno. A través de mapas, la página revela cómo se fue parcelando el paisaje de la huerta desde la época musulmana, y estudia los cultivos que han ido nutriendo la despensa y la economía de los usuarios de la acequia y de sus vecinos.

Por último, «l´Horta habitada» contempla la relación directa del ser humano con este paisaje a través de la acequia real. Desde aquellos tiempos cuando «l´horta no era horta», pasando por las alquerías sarracenas, la reorganización medieval, el nacimiento de los pueblos, los caminos y el poblamiento entre los siglos XVIII y XX.

En esta sección la web no sólo hace un repaso histórico desde la época islámica al siglo XXI, sino que se convierte en un enorme estudio etnológico: la onomástica de los lugares y de las personas (nombres de pila, apellidos y, sobre todo, apodos), y las particularidades del valenciano de l´Horta. También se da pie a los regantes para que den su visión de la «séquia» y de «l´ofici de regar», y a los viajeros, poetas, músicos y artistas que durante siglos han hecho «memoria» del lugar.

«Es mucho más que una excelente web sobre una parte muy importante de l´Horta de València, tal vez de la que mejor se conserva „subrayaba en la presentación el catedrático de Geografía Joan Romero„. Sugiere un viaje a nuestra historia colectiva y por paisajes mediterráneos en el que queda muy bien definido ese diálogo permanente entre el hombre con un medio natural frágil, donde se evidencia aquella afirmación tan contundente de uno de nuestros maestros, que decía que "ningún territorio civilizado es exclusivo de su propia civilización"».

Una acequia para labradores y estudiosos

La Fundación Assut nació en 2011 para «ser un instrumento de la sociedad cívil para poner en valor desde el estudio y el análisis los espacios agrarios y naturales de nuestro entorno», tal como lo definió su presidente Manuel Sales. «La huerta es para nosotros un referente vital que hemos ido descubriendo. El murmullo del agua que discurre por una acequia es tan reconfortante para el labrador que la espera como para el estudioso o ciudadano que la escucha». v. c. m. moncada