La peña de jubilados del Port de Sagunt que ha sido sancionada con 3.000 euros por jugar con céntimos tendrá que pagar también un 4% de intereses en concepto de recargo. Así se lo ha comunicado la Conselleria de Hacienda, al tiempo en que le ampliaba a tres años el plazo para abonar la multa después de que la entidad hubiera agotado el periodo inicial sin hacer ningún ingreso al considerarlo "un abuso".

Esto es, de momento, lo único que ha conseguido la peña, pese a que el mismo gobierno local del PP acordó oficialmente la semana pasada pedir la anulación de la multa con el mismo argumento utilizado por el colectivo desde hace meses: Una sentencia ya les dio la razón hace años ante una multa similar al entender que, como la entidad carece de ánimo de lucro, no se le puede aplicar la Ley del Juego.

Ante el cariz de la decisión de Hacienda, la directiva de la peña ha acordado empezar a pagar la multa y hacerlo de forma fraccionada hasta dentro de tres años, con pagos que van desde los 167,69 a los 186,85 euros. Su abogada así se lo ha aconsejado y eso pretenden hacer, al menos hasta finales de este año, que es cuando calculan agotar los fondos del colectivo. Como explicaba el presidente, Juan Jordán: "No queremos hacer una derrrama porque eso lo único que puede generar es malestar y que la gente se dé de baja. Iremos pagando hasta que tengamos fondos, que yo creo que será hasta diciembre; luego, ya veremos". Lo peor, sin embargo, es que esta elevada multa ya ha puesto en peligro la continuidad del bar que operaba en la asociación y que, sobre todo, iba bien cuando la peña jugaba con céntimos hace meses y eso llenaba el local a diario, tanto por la mañana como por la tarde. La razón es que el bar "genera gastos todos los meses", según la directiva. Por ello, su intención es quitarlo este verano si antes de julio no llega la deseada anulación de la multa que "nunca llega, por mucho que en el ayuntamiento nos piden paciencia", decía Jordán.

La directiva tiene claro que, tras el cierre del bar, vendrá la clausura del local. "Si no hay garantías de que nos quitan la multa, no podemos seguir. No nos gusta la decisión y, menos, teniendo en cuenta que los políticos sólo apoyan a la banca y nos machacan a los de a pie, quitándonos lo poco que nos queda a muchos mayores", decía el presidente. Antes de bajar la persiana, no obstante, la entidad aún deberá acondicionar todo el local y dejarlo en el estado inicial que tenía antes de alquilarlo.