La historia del cartel de la montaña de Cullera está tomando tintes de película americana, al más puro estilo hollywoodiense. Si ya fue polémica su iluminación en 2009, por el gasto de 315.000 euros en plena crisis económica; ahora hay que añadir que las letras llevan desde mediados de febrero apagadas, cuando unos ladrones robaron unos 2.000 metros de cable de cobre.En plena temporada turística, el cartel ha vuelto a limitarse a ser una promoción diurna para la ciudad y, el gobierno local (PP), aún no ha dado una explicación oficial de por qué se está tardando tanto tiempo en volver a encender esta costosa infraestructura. De momento, desde el ayuntamiento sí que han informado que los trabajos para reponer la iluminación se han prolongado más de lo previsto porque la empresa encargada no dispone de suficientes empleados.