Los invitados al cumpleaños de Iago Pariku no le han llevado este año los típicos regalos infantiles para celebrar su séptimo aniversario. La ropa, los libros y los juguetes han sido sustituidos por comida. Sí por comida. Sobre todo leche y fruta en almíbar para repartirla entre las familias más necesitadas de Elda a través de Cruz Roja.

En un primer momento los padres adoptivos de Iago Pariku -que procede de Etiopía y llegó a España a los 20 días de nacer- pensaron que el deseo de su hijo de celebrar un "cumple solidario" sería algo pasajero. Pero no fue así. Cambiar regalos por comida no fue el típico capricho de un niño. El pequeño se empeñó en llevar adelante su idea y al final sus padres se lo comunicaron a Cruz Roja Elda, entidad con la que colaboran.

La Asamblea Local decidió entonces enviar a sus técnicos, entre ellos a un psicólogo, para hablar con el menor y comprobar que, efectivamente, estaba dispuesto a renunciar a los juguetes que tanta ilusión le hacen a los niños a cambio de alimentos para ayudar a los pobres. La determinación, la ilusión y la madurez que demostró Iago despejó las dudas iniciales de Cruz Roja y contagió a sus voluntarios, que se encargaron de las tarjetas de invitación al cumpleaños que Iago repartió entre familiares, compañeros y amigos. Unos sesenta en total, que protagonizaron escenas tan peculiares como entrañables y hasta hubo alguna mamá que no pudo contener las lágrimas de emoción. A medida que los niños entraban en la casa de Iago y, tras felicitarle, le entregaban cajas de leche, botes de fruta en almíbar y productos no perecederos como arroz, aceite, pasta y latas de conserva. Tanto él como sus amigos se lo pasaron "bomba" en una fiesta donde hubo hasta chapuzón en la piscina. Y los niños consiguieron reunir más de 300 kilos y litros de alimentos.