El incendio declarado ayer por la tarde en el Parc Natural del Túria se encuentra estabilizado y sin llama en el perímetro, después de una noche de altas temperaturas. El fuego ha quemado una superficie total de 78 hectáreas, 3,6 en Benaguasil, 11,5 en Vilamarxant y la peor parte se la ha llevado el término municipal de Pedralba, donde se han quemado 62,8 hectáreas.

El incendio obligó anoche a desalojar decenas de viviendas y a desviar 7 vuelos de Manises. En la mañana del sábado, la carretera CV-376 también tuvo que ser cortada al tráfico en ambos sentidos a la altura de Pedralba debido al intenso humo y el polvo que impedían la circulación.

Desde el puesto de mando avanzado, el conseller de Gobernación Serafín Castellano, ha informado esta mañana de que la evolución del incendio es favorable y el perímetro se encuentra ya sin llama. Ninguna de las 70 viviendas desalojadas ha sufrido daños durante la noche. Asimismo, sólo cinco personas necesitaron quedarse en el albergue habilitado por Cruz Roja, que disponía de 50 plazas. Finalmente a lo largo de la tarde, el Centro de Coordinación de Emergencias autorizó el regreso de todos los desalojados .

El fuego se inició junto a la central eléctrica de Benaguasil, en el Salto del Lobo, una zona de pinares de pino carrasco. Aunque según los responsables del dispositivo no se puede determinar la causa porque la investigación continúa abierta, los primeros indicios sí apuntan a que podría haber sido intencionado.

Las primeras previsiones meteorológicas no indican fuertes rachas de viento, aunque sí se esperan altas temperaturas y Gobernación ha decretado la preemergencia por riesgo de incendios forestales en el interior de toda la Comunitat Valenciana. Una de las principales preocupaciones de las autoridades es evitar que la zona de cañar que compone los márgenes del cauce del Túria extiendan el fuego.

El relevo para todos los que durante la noche han intentado controlar el incendio llegó con el amanecer, que ha permitido volver a desplegar los efectivos aéreos en la zona, un total de dieciséis entre los que se incluyen dos hidroaviones. El nuevo dispositivo lo componen 12 brigadas forestales, 8 autobombas, una sección de la Unidad Militar de Emergencias (UME), múltiples dotaciones de bomberos, 2 coordinadores forestales, una unidad móvil y los 16 medios aéreos que trabajan en la extinción del incendio forestal. También colaboran en las labores efectivos de Proteccion Civil, Cruz Roja, Policía Local, Policía de la Generalitat, Guardia Civil y agentes medioambientales, según los últimos datos ofrecidos por este organismo.