Las obras de caridad se hacen extrañas en tiempos de crisis. Desde 2009, la multinacional Philips estaba aportando anualmente 4.500 euros para pagar el consumo eléctrico del emblemático letrero de la montaña de Cullera. Pero ahora la multinacional eléctrica ha decidido cerrar el grifo y, según anunciaron ayer desde el PSOE, la empresa ya no seguirá pagando esta ayuda.

En noviembre de 2009, el alcalde, Ernesto Sanjuán y un representante de Philips firmaron un convenio por el que la empresa se comprometía a aportar este dinero y reponer las lámparas que dejaran de funcionar. El convenio tenía una duración de tres años y una prórroga de otros dos años. A cambio de esta contribución, Philips podría colocar dos carteles publicitarios con el eslogan "Philips ilumina Cullera" en dos de las entradas del municipio, pero nunca se llegaron a instalar.

Tras la renuncia de Philips, el ayuntamiento ha conseguido, al menos, que la empresa les proporcione alrededor de 18 lámparas de 2.000 vatios y diez equipos de encendido. El valor del material aportado es superior a 4.500 euros ya que el polémico cartel utiliza unas lámparas de gran potencia, similares a las de los focos de un campo de fútbol, según explicaron desde el PSOE.