El Ayuntamiento de Enguera ha precintado cuatro aulas del colegio público Eduardo López Palop tras advertir del peligro de hundimiento que reviste el suelo, pandeado en diversas áreas. Los monitores del campus municipal que se desarrolla este mes en el centro, con cerca de un centenar de alumnos inscritos, pusieron hace unos días en conocimiento de la dirección la existencia de un abombamiento en los techos de las salas donde impartían clase, justo debajo de la aulas ahora precintadas. La situación fue desvelada ayer por la agrupación socialita local. En un comunicado, el PSOE recordó que la Conselleria de Educación aún no ha revisado las instalaciones, a pesar de que el colegio de Enguera es uno de los incluidos en el listado de edificio con más de 25 años de antigüedad que se comprometió a inspeccionar el gobierno autonómico en enero, tras los derrumbes en un colegio de Santa Pola que se saldaron con diversos heridos. Hace escasos días, CC OO acusó a la conselleria María José Catalá de incumplir su promesa. El curso terminó con tan sólo un 50% de los centros revisados, entre los cuales no figura el Eduardo López Palop pese a que el edificio cuenta con casi 40 años de vida.

Las deficiencias detectadas por el arquitecto municipal y descritas en un informe que ha sido entregado a la Conselleria de Educación, afectan a la estructura del centro, y desencaderán la ansiada revisión de las dependencias. El Consejo Escolar de Enguera se reunió de urgencia el pasado lunes para abordar la cuestión. Ayer, el alcalde del municipio, Santiago Arévalo, pidió a la Generalitat que resuelva la problemática cuanto antes, dado que las obras de rehabilitación, dada la gravedad, podrían dificultar el uso del centro de cara al inicio del próximo curso, en septiembre. Arévalo defendió el precintado de las aulas para "garantizar la seguridad de los alumnos "y destacó la diligencia con la que ha actuado el ayuntamiento.

El colegio, a examen

El centro está a expensas de que los servicios técnicos de la Conselleria de Educación evalúen la gravedad de los hundimientos. Dado que las deficiencias afectan al esqueleto del colegio, según destaca el alcalde, la obra queda fuera de las competencias municipales.