Las ballenas se han vuelto a dejar ver en las aguas del Cap de Sant Antoni este verano. Ya no es excepcional que los navegantes tomen fotografías de los cetáceos en su migración hacia el sur. Y es ahora cuando las ballenas rorcuales (Balaenoptera physalus) se dirigen desde el mar de Liguria, que está declarado Santuario de Ballenas y Delfines, hacia el Estrecho de Gibraltar. El pasado fin de semana los vigilantes de la Reserva Natural dels Fons Marins del Cap de Sant Antoni avistaron una ballenar rorcual y varios delfines rayados que nadaban cerca de ella. El rorcual común siempre sorprende por su gran tamaño. De hecho, es el segundo animal más grande del planeta tras el rorcual azul y puede llegar a medir 27 metros. El ejemplar fotografiado por los vigilantes de la reserva marina no desmerecía esa fama de enorme. En la imagen que tomaron y que ha difundido la propia alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, en las redes sociales, el cetáceo pasa ante el litoral de Xàbia. Al fondo (la costa queda a aproximadamente un kilómetro), se adivina el Primer Muntanyar y l´Arenal. Y, en ese perfil, sobresale el pico del Puig de la Llorença del Poble Nou de Benitatxell. Este rorcual común atravesó las aguas de la Marina Alta en unos días en los que el mar era una balsa de aceite.

En lo que va de verano, ya se han avistado varias de estas ballenas en el litoral de la comarca. El Canal d´Eivissa es una suerte de «autopista» de cetáceos. Si se acercan más a la costa es por las corrientes o al despistarse por el intenso tráfico marítimo. Además, en el litoral de acantilados del Cap de Sant Antonio, hay lo que se conoce como «mar fondal», es decir, mucha profundidad, y las ballenas y delfines se sienten más protegidos.