En la película "Lo imposible", los protagonistas lanzaban, en una playa de Tailandia, farolillos de los buenos deseos la noche antes del tsunami. En la Marina Alta, estas velas voladoras, de momento, también presagian catástrofes. Un incendio que afectó a una pinada de la partida de la Absubia, en Xàbia, se originó ayer por uno de estos farolillos. Un residente lo lanzó desde su chalé, próximo a una masa forestal. Lo mismo ocurrió la pasada semana en el Montgó. Ocho turistas que celebraban una fiesta en un chalé de les Rotes, en Dénia, cometieron la imprudencia de hacer volar una de estas velas flotantes. Fue a caer en una ladera del parque natural y desató un incendio que, por suerte, los bomberos sofocaron a toda prisa.

Mientras que hay residentes que se toman a broma el peligro de lanzar estos farolillos, que en España se consideran un artefacto pirotécnico, otros sí están concienciados. La policía local de Xàbia recibió el martes, alrededor de las 20 horas, el aviso de un vecino de que desde un chalé cercano se había lanzado uno de estos farolillos. No sólo fue testigo de la imprudencia, también tomó una fotografía con su teléfono móvil.

Los agentes de la patrulla rural buscaron durante más de una hora la vela voladora, que fue a caer en una pinada de la Absubia, que es una zona donde hay numerosos chalés. No la encontraron. La masa boscosa es aquí muy densa y el farolillo debió quedar oculto entre la maraña de ramas y arbustos.

Pasó toda la noche y, en la mañana de ayer, se declaró un incendio precisamente en la masa forestal donde aterrizó la vela voladora. Fue una suerte que las llamas no prendieran por la noche. Es probable que al subir las temperaturas al avanzar el día la vela entrase en combustión.

Los voluntarios de Protección Civil acudieron rápidamente al lugar y lograron que el incendio no pasara de conato. Lo apagaron cuando había calcinado unos cien metros cuadrados de pinos. No fue necesario desalojar a nadie.

El vecino que arrojó el farolillo de los buenos deseos se enfrenta como poco a una multa que superará los 600 euros. La policía local ha denunciado los hechos y ha iniciado el expediente sancionador. Si se comprueba que la vela voladora originó el incendio, el residente que la lanzó desde su chalé podría quedar imputado, como ocurrió con los turistas de les Rotes, por un delito de incendio por imprudencia grave.

Los farolillos de los buenos deseos se han puesto de moda en los últimos veranos. Se suelen lanzar en las playas (algunos chiringuitos los compran por internet y los reparten entre sus clientes cuando celebran fiestas). En los países asiáticos, hacerlos volar forma parte de todo un ritual de buena fortuna. Pero, en la Marina Alta y más en verano, representan un gran peligro.

El concejal de Seguridad de Xàbia, Juan Ortolá, hizo ayer un llamamiento a la población para que extreme las precauciones y evite imprudencias que puedan originar incendios forestales.