El Centro Especial de Empleo (CEE) de Rafelbunyol, el proyecto iniciado en el año 2000 por el ayuntamiento para dar trabajo a casi un centenar de personas de la comarca con discapacidad, parece ya condenado a la extinción. De hecho, en la actualidad cuenta únicamente con un sólo empleado -la antigua directora de la empresa-, que está ahí para ocuparse de los trámites administrativos del concurso de acreedores en el que desde julio está inmersa la empresa.

El alcalde de Rafelbunyol y, hasta que dimitió en abril, presidente del consejo de administración, Jaime García, culpa de la situación a la falta de ingresos propios por la crisis pero, sobre todo, al impago desde hace años de las subvenciones de la Generalitat. Al finalizar el pasado año, la deuda de la empresa con la plantilla rondaba los 500.000 euros, mientras que el Servef debía a la empresa unos 605.000 euros. Por supuesto, esas cifras se han incrementado desde entonces.

Mientras, los 74 trabajadores con los que contaba el CEE a principios de año están en casa y sin recibir sus sueldos desde hace un año. Esto último en el caso de los más afortunados, que son la mitad que no fueron incluidos en un expediente de regulación de empleo (ERE) suspensivo aprobado a principios de este año y que finalmente no se aplicó. Los que sí fueron incluidos en aquel expediente, que en un principio les iba a dejar fuera de la empresa durante un año, llevan entre 14 y 15 meses sin cobrar.

Aquel ERE suspensivo que afectaba a la mitad de los trabajadores del centro (la mayor parte de ellos con una discapacidad superior al 30 %) fue tramitado de forma incorrecta ya que, al no ser el CEE una unidad de mercado (es decir, la totalidad de sus ingresos no procedían de la producción propia), el expediente tenía que ser extintivo. Acmursa, la empresa municipal que gestionaba el CEE junto a la "escoleta" municipal de Rafelbunyol (a cuya plantilla también se le adeudan varias nóminas), tuvo que admitir de nuevo a los empleados que había suspendido de empleo para volver a incluirlos en un nuevo ERE que, esta vez, afectaba a la totalidad de la plantilla, menos a la directora que aún mantiene el cargo por razones administrativas.

Según ha podido saber este periódico, hace unos días los antiguos trabajadores del centro de empleo de Rafelbunyol recibieron una carta informándoles de que el próximo mes irán al paro con lo que, por fin, podrán empezar a cobrar algo.

La presentación el ERE extintivo ocurrió el pasado junio.