Los ladrones de cobre dan cada vez golpes más sonados. En Senija, un pueblo de 642 habitantes, han robado nada menos que siete kilómetros de cableado eléctrico. Han saqueado la instalación del alumbrado público de la nueva avenida de las Corts Valencianes. La avenida ha estado tres noches a oscuras. Los cacos se llevaron los cables presumiblemente el viernes por la noche. Llovía de lo lindo. Aprovecharon que los vecinos estaban en sus casas para ir de arqueta en arqueta (la avenida tiene 600 metros) y cortar y sacar todo el cableado. Eran ladrones expertos. Luego colocaron todas las arquetas en su sitio y las volvieron a atornillar. Nada hacía pensar que por allí había pasado una banda de ladrones de cobre.

El concejal de Urbanismo, Ximo Ginestar, comentó ayer a este diario que el sábado por la mañana se dio cuenta de que el alumbrado no funcionaba. Pensó que la tromba de agua había provocado una avería. Y, de hecho, habían saltado los automáticos. Los accionó, pero esa noche la avenida siguió a oscuras. El lunes un electricista ya abrió las arquetas y las encontró vacías. Los cables habían desaparecido.

Es la primera vez que este pequeño pueblo sufre un robo de cableado eléctrico. El seguro no cubre esta contingencia. El edil ya recibió ayer el primer presupuesto. Reponer el cableado sube a 18.000 euros. Para un municipio pequeño, ese desembolso trastoca todo el presupuesto.

El responsable de Urbanismo avanzó que ya se han tomado "medidas preventivas". Se han sellado las arquetas de la urbanización de la Cometa. En Senija han descubierto cómo se las gastan los ladrones de cobre y más vale no ponérselo fácil.

La avenida de las Corts Valencianes ha recuperado la luz, pero de un viejo tendido conectado a las farolas que están en las fachadas de las casas.

El ayuntamiento ya ha denunciado el robo ante la Guardia Civil. Y ha pedido a los vecinos que, si vieron a alguien que abría arquetas o en actitud sospechosa, avisen a las autoridades para intentar esclarecer el robo.