El Ayuntamiento de Riba-roja presentó ayer las obras de rehabilitación del castillo. La fortaleza, que data de la época árabe, lucía con un renovado esplendor después de años de abandono. El concejal de Patrimonio, Salvador Silvestre, declaró a Levante-EMV que los trabajos, en gran parte financiados con el 1% cultural del Ministerio de Fomento, «han podido recuperar el castillo. Se encontraba prácticamente destruido, parecía una cuadra. El ayuntamiento no podía pagar la restauración, pero gracias al 1% cultural que aportó 1.500.000 euros y los 500.000 que pagamos se ha podido rescatar uno de los emblemas del pueblo».

Silvestre declaraba ufano que tras las obras, realizadas en dos fases, «hoy podemos decir que tenemos un castillo. Si por fuera tiene una gran apariencia, los vecinos se sorprenderán cuando lo vean por dentro si lo comparan con mal estado anterior. Ni se imaginaban los que había en Riba-roja».

Las obras sacaron a la luz restos arqueológicos de los siglos XI y XII. «Se encontró un silo y varias edificaciones que se habían ido superponiendo», afirma el edil de Patrimonio.

Silvestre destaca de la rehabilitación «el trabajo que se ha hecho con las dos torres. Se han utilizado materiales lo más parecido posible a los originales. Desde lo alto se puede ver una panorámica impresionante de la comarca».

Riba-roja vive desde el pasado jueves numerosos actos para festejar la recuperación del castillo en los que ha tenido un gran protagonismo Álvaro Armada, heredero del Conde de Revillagigedo, que en el siglo XIX cedió la fortaleza a la localidad. Los festejos continuarán durante este fin de semana.