La alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, reveló haber sido víctima de un "acoso informático" en forma de una sucesión de insultos y descalificaciones a través de las redes sociales durante un fin de semana, aunque declinó interponer una denuncia para evitar que los autores obtuvieran una mayor publicidad a su costa. Bastidas dio a conocer esta situación en el primer programa tras el verano de "L'alcaldessa respon", el espacio semanal de Alzira Ràdio en el que atiende llamadas en directo o correos electrónicos de ciudadanos que le transmiten una queja o alguna pregunta. Fue precisamente a raíz de un correo en el que una persona arremetía duramente contra el ayuntamiento por considerar que impedía la participación ciudadana con expresiones como "represión" o "coerción" cuando Bastidas reveló los insultos recibidos después de que el consistorio notificara a los promotores de una campaña estatal que tenían la obligación de pagar la tasa por ocupación de vía pública si querían instalar mesas por las calles de Alzira para recoger firmas.

"Pretendían que la alcaldesa de Alzira y el gobierno municipal, que tienen la obligación de cumplir las ordenanzas municipales, no cumplieran con la ley", explicó ayer Bastidas, mientras recordaba que se trata de una norma que está en vigor desde hace ya algún tiempo y que diferentes partidos políticos, incluido el PP, han pagado esta tasa por instalar mesas en la calle en diferentes iniciativas.