Lejos quedan aquellos tiempos en los que el urbanismo movía millones y millones de euros, pero la primera línea de la playa del Port de Sagunt conserva un oasis, conocido como el Malecón de Menera, de algo menos de 70.000 m2 que enfrenta al Ministerio de Medio Ambiente, al Ayuntamiento de Sagunt y a una promotora, que ostenta la propiedad de la parcela y pide más de 100 millones de euros por su expropiación.

En un asunto que ofrece infinidad de aristas después de un siglo de antecedentes que también implican a la Generalitat, a la Autoridad Portuaria de Valencia, a la antigua Compañia Minera de Sierra Menera y a ArcelorMittal, la Demarcación de Costas tenía todos los ases en sus manos hasta hace poco menos de tres años, cuando una sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia dinamitó el asunto al declarar a Prosagunsa propietaria del solar, que todavía hoy se mantiene en dominio público marítimo terrestre.

Desde ese momento y después de que el Estado se haya desentendido de la posible solución, ya que su único paso ha sido iniciar los trámites para modificar el deslinde y devolver al malecón su calificación como dotacional de uso público, el ayuntamiento se ha encontrado con este agujero negro que pone en riesgo su viabilidad económica durante años.

En un primer momento, el consistorio y los propietarios entraron en negociaciones para dar una respuesta urbanística a la nueva situación creada por la sentencia de la Audiencia Provincial, mediante modificaciones en el planeamiento que permitieran la construcción de un complejo hotelero en la zona más alejada de la línea de costa. Sobre esta salida, se da la circunstancia de que el ayuntamiento intentó que el Malecón de Menera adquiriera esa calificación en el Plan General de Ordenación Urbana que aprobó en 1992, pero ni Costas ni la Generalitat se lo permitieron.

Sin embargo y sin que se haya aclarado qué pasó, la empresa y el consistorio rompieron esas conversaciones y dieron paso a un enconado enfrentamiento que ha provocado nuevas demandas y más incógnitas sobre el futuro de la parcela. En estos últimos meses, el ayuntamiento ha puesto en marcha una investigación con la que pretende demostrar su falta de responsabilidad en un asunto que puede acabar costando muy caro.

Delimitación de la parcela

Y es que el principal punto de conflicto en los últimos meses se centra en delimitar la finca registral 37.075, que es sobre la que Prosagunsa tiene los derechos de propiedad pero no es, según defiende el Ayuntamiento de Sagunt, la que se corresponde hoy en día con el Malecón de Menera.

De hecho y después de la primera propuesta formulada desde la Demarcación de Costas para el nuevo deslinde, el consistorio sostiene que más del 70 % no se corresponde con la concesión de 1915, ya que una parte estaba ocupada por el mar, sobre otra se levantan hoy en día instalaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia e incluso algún punto afecta a títulos de terceros con origen en la misma finca, pero previamente segregados.

En medio de todo este asunto también se encuentra la carretera que supone el principal acceso por el sur a la playa del Port de Sagunt, que Prosagunsa ya cerró el verano pasado y ha amenazado con obligar a destruir tras obtener el reciente respaldo de una nueva sentencia.