El presidente de la Mancomunitat de la Vall d'Albaida, Juan Puchades, llevará al pleno que la entidad tiene previsto celebrar hoy una nueva propuesta de rescate económico -el segundo plan de proveedores- que permitirá al organismo saldar 1,1 millones de euros con Recisa, una deuda "histórica", acumulada por los impagos de los ayuntamientos, que trae de cabeza a los dirigentes comarcales desde 2007, cuando la firma amenazó por primera vez con dejar de prestar el servicio y no pasar a recoger la basura de las calles de los municipios.

Precisamente, la aprobación de este nuevo Plan de Ajuste, que supondrá nuevas medidas de austeridad, se produce en el marco de una convocatoria de huelga indefinida por parte de los trabajadores de Recisa a partir del 29 de septiembre. Se trata de la segunda medida de protesta en seis meses como consecuencia de los atrasos en sus nóminas. Esquerra Unida denunció ayer la situación y la señaló como "la prueba más palpable del fracaso del PP en la Mancomunidad", a quien culpan de las deudas arrastradas con la concesionaria de la basura por practicar "una política nefasta"..

El presidente de la entidad tiene una citación el viernes en el Tribunal de Mediación para negociar con los trabajadores de la concesionaria. Para entonces, según Puchades, los empleados "lo tendrán todo cobrado".

El alcalde de Benigànim se muestra sorprendido por la convocatoria de protesta y afirma que la entidad ha satisfecho todas las cantidades a Recisa.