El Ayuntamiento de Castelló excluirá de la plantilla municipal la plaza de sacerdote del cementerio, que ahora se encuentra vacante, y mantendrá como funcionario al prior de la Basílica de Lledó por razones de "tradición e historia". El PP se apoyó ayer en la titularidad municipal del santuario, que procede del siglo XV, para preservar al prior en nómina del consistorio, mientras PSPV y Esquerra Unida acusaron a los populares de contravenir la aconfesionalidad del Estado.

El ejecutivo local se sacó en la sesión plenaria de ayer de la manga la amortización en 2014 de uno de los dos sacerdotes -del cementerio- y se negó a excluir la de Lledó, tal como pidieron PSPV y EU con el apoyo de Compromís. También se erigió como valedor de la vinculación "de siglos" de la basílica con el ayuntamiento, una relación que la oposición no puso en duda. Para ello aportó un informe del cronista de la ciudad sobre la relación municipal con Lledó.

El concejal de Personal aceptó amortizar la plaza del cementerio al depender su gestión de una empresa privada, pero con el párroco de Lledó y la contratación del celador, el equipo de gobierno no transigió. En el caso del prior, el regidor popular recordó que ya estaba a sueldo del ayuntamiento en tiempos de los alcaldes socialistas Antonio Tirado y Daniel Gozalbo y destacó que es un empleado público que se encarga de velar por un edificio municipal como el santuario de Lledó.

PSPV y EU, criticaron que esta situación contradice el espíritu aconfesional de la Constitución.