El «entente cordiale» que surgió el 1 de agosto pasado entre el alcalde de Gandia, Arturo Torró, y el escultor alcoyano Antoni Miró ha saltado por los aires. Los dos acordaron aquel día que negociarían y consensuarían el traslado de la escultura titulada «25 d'Abril 1707», una alegoría de la batalla de Almansa realizada hace seis años, pero la decisión unilateral del alcalde de llevarla al parque del País Valencià, un hecho que anunció anteayer, ha acabado generando una auténtica guerra entre Torró y el escultor.

Miró remitió ayer al Ayuntamiento de Gandia un documento mediante el que afirma sentirse engañado porque, pese a que así se acordó en agosto, nadie le ha propuesto una serie de espacios de la ciudad a los que se podría trasladar su obra para que, en el caso de llegar a un acuerdo, se procediera a cambiarla de lugar.

Miró incluso acusa a Torró de «usurpar ilegítimamente» su nombre y «hacer creer fraudulentamente a los ciudadanos» que él sí había sido informado de que la decisión final de llevar la obra sobre la batalla de Almansa al parque del País Valencià.

Además de exigirle al alcalde «que rectifique las falsedades» sobre un supuesto acuerdo entre los dos, Miró «prohíbe de forma expresa al Ayuntamiento de Gandia o a empresas o personas bajo su dependencia que manipulen, mutilen o desplacen la obra de su actual emplazamiento. El escultor advierte que si se traslada sin su pemiso se podría cometer un delito de prevaricación y de daños al patrimonio cultural y público.