La empresa de Almussafes Almuplas, en colaboración con el Instituto Tecnológico del Plástico, ha desarrollado el primer envase 100% biodegradable con formato de botella y capacidad entre 150 y 500 ml destinado a contener productos de droguería, cosméticos y de parafarmacia como geles, champús, cremas y colutorios, según informó ayer Aimplas en un comunicado.

Gracias al proyecto, en el que también han participado las empresas catalanas talleres Pena y talleres Rubla, se ha logrado por primera vez un envase de estas características fabricado con materiales biodegradables y destinado a los sectores de la droguería y la parafarmacia. No obstante, los investigadores apuntan que también podría utilizarse en el sector de la alimentación y en algunos productos de limpieza. Estos envases únicamente se fabricaban con polietileno de alta densidad por las exigencias del proceso de fabricación y las características del producto envasado. A partir de ahora, los materiales biodegradables podrán estar presentes en este tipo de productos, conservando las propiedades de los productos que contengan, y aportando un valor añadido desde el punto de vista medioambiental. Las botellas obtenidas a través de BIO P FARM, después de su uso y en las condiciones adecuadas, se descompone en dióxido de carbono, agua, sales y biomasa en el plazo de entre 45 días y cuatro meses. Además, ha supuesto una innovación importante en lo que se refiere a la adaptación del proceso de producción, ya que el nuevo envase «no solo es fácilmente procesable en equipamientos convencionales, sino que en el proceso de producción se ha logrado incluso un ahorro de costes gracias al menor consumo energético».

Esto es «clave» a la hora de introducirlo en un mercado formado por un total de 1.300 empresas de soplado a nivel europeo.