El compromiso que la alcaldesa de Alzira asumió en el pleno de febrero de ampliar la plantilla de la Policía Local para aplacar una protesta del cuerpo llevaba una coletilla con la que, precisamente, ha chocado aquella manifestación de intenciones. Elena Bastidas mostró su voluntad de convocar cuatro plazas si el ayuntamiento tenía «cobertura legal», pero la delegación del Gobierno ya ha alertado al consistorio de que esta medida choca de frente con los planes de ajuste impuestos por el Ejecutivo central. Así lo comunicó el equipo de gobierno a los sindicatos en una mesa de negociación celebrada la semana pasada y, si bien no renuncia a rebatir el requerimiento recibido para argumentar que se pueden aplicar las excepciones que contempla la norma, en este caso la reposición de plazas, ha paralizado de momento cualquier proceso de selección hasta que el mismo se pueda convocar con todas las garantías jurídicas.

Fuentes sindicales señalaron que, mientras se resuelve este asunto, la escasez de agentes, que se nota especialmente en épocas vacacionales, y la política de ahorro impuesta por el gobierno municipal que evita en lo posible las horas extras, siguen provocando situaciones de servicios en precario. Estas fuentes señalaron que, hace un par de semanas, hubo un turno de noche que quedó reducido a tres agentes de calle.