Fue uno de los capítulos más oscuros de destrucción patrimonial en l'Horta. La mañana del 12 de octubre de hace seis años, la masía l'Hort dels Mestres amaneció casi derrumbada. La construcción estaba en medio del terreno donde la Generalitat Valenciana proyectada la macrourbanización Nou Mil·lenni y la Conselleria de Cultura había dado luz verde al plan para levantar 12.000 casas en la huerta protegida con la condición de que las masías fueran protegidas. Mientras se redactaban los trabajos del catálogo, la bella masía, desocupada desde hacía décadas, apareció casi en el suelo. A pesar de las denuncias de los grupos de la oposición (PSPV, Esquerra Unida y Compromís), nunca llegó a aclararse quién la derribo ni tampoco se ordenaron medidas que frenaran el deterioro de lo quedó.

Seis años después, Salvem Catarroja volvió al lugar para denunciar que aquella destrucción patrimonial «quedó impune». En aquel momento, el colectivo acampó en l'Hort dels Mestres para evitar que los restos fueran expoliados y se mantuvo durante meses. Incluso su campamento fue atacado una tarde que la plataforma celebraba un acto reivindicativo en el casco urbano.

Desde Salvem Catarroja se lamentó ayer que, a pesar del derribo, voces expertas aseguraron hace seis años que era posible reconstruirlo. «Pero hoy no queda ni el vallado, no se ha actuado y ahora es ya una ruina», criticaron.

También esta plataforma ecologista insistió en que, si bien Nou Mil·lenni está paralizado por el juzgado, además de que el Instituto Valenciano de la Vivienda y Llanera, que lo promovían, han quedado liquidados, todavía no se ha descartado el PAI, que está recogido en el nuevo plan general de Catarroja. «La amenaza sobre la huerta y nuestras casas se mantiene», dijeron.