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La información se convierte durante una guerra en un arma de combate más. Por ello, las noticias e historias que se generaron sobre Sagunt en la pasada Guerra Civil no podían ser una excepción. Así lo sostiene el periodista y colaborador de Levante-EMV José Manuel Rambla tras analizar decenas de cronicas de la época y detectar toda una «batalla informativa» en los medios de comunicación de masas que ahora ha sacado a la luz en el libro «Quan el temps era sang. Sagunt en les cròniques i relats de la Guerra Civil».

Tras años de búsqueda en hemerotecas, Rambla ha recopilado numerosos reportajes y textos escritos desde los dos bandos, así como por corresponsales extranjeros, que confirman el protagonismo de la ciudad durante la contienda, que llegó incluso a tener proyección internacional.

Este hecho no es del todo sorprendente, a juicio del autor, ya que la ciudad fue una de las poblaciones más castigadas por los bombardeos aéreos, albergaba la mayor industria pesada en territorio republicano y se convirtió en un punto estratégico clave dentro de la ofensiva franquista al Mediterráneo cuya última fase fue bautizada por algunos medios internacionales como la Batalla de Sagunt.«Además, la ciudad tenía una fuerte carga simbólica por el mito de la resistencia contra Aníbal, una carga simbólica que intentarán apropiarse ambos bandos durante la guerra», explicaba.

Rambla admitía que al principio no esperaba encontrar tanto material, ni detectar «esa repetición de discursos con una coherencia propia». Según explicaba: «En realidad yo estaba realizando otra investigación cuando visitando hemerotecas empecé a encontrarme con estos textos sobre Sagunt, luego detecté cierto hilo común y acabé aparcando el otro trabajo y embarcándome en este proyecto».

A su juicio, la presencia de Sagunt en los medios presenta diferentes aspectos según el bando y el momento. Así, los medios republicanos integraron Sagunt en el discurso heroico y el entusiasmo revolucionario, para resaltar más tarde el sufrimiento de los ataques aéreos y, al final, poner la ciudad como ejemplo de entereza dentro de la consigna de resistencia del gobierno Negrín. En el bando franquista, por su parte, destaca tanto la reivindicación del mito histórico de Sagunt, como los silencios sobre una ciudad que estaba en territorio enemigo o la contraposición de otros relatos, como el de los incendiarios, que contrarresten las críticas internacionales que recibían por los bombardeos. Por su parte, la prensa internacional desgranó el drama humano o centró la polémica en la implicación de Alemania e Italia en los bombardeos.

El estudio también permite descubrir el gran número de intelectuales y periodistas de la época que escribieron sobre Sagunt. Ahí están, entre otros el novelista Ernest Hemminway, el corresponsal americano Vicent Sheean, que años más tarde realizaría la última entrevista a Gandhi; el enviado del New York Times, que durante la revolución cubana se reuniría con Fidel Castro en Sierra Maestra, H.L. Matthews, la escritora argentina María Luisa Carnelli, o el interlectual soviético Ehremburg. Además el trabajo incluye una selección de textos entre los que Rambla destaca el titulado Otra vez Sagunto publicado por Fernando Váquez en el Mercantil Valenciano el 9 de febrero de 1938. «Vázquez era la mano derecha de Negrín en el gabinete de comunicación y con esta columna inició la campaña a favor del homenaje a los obreros de Sagunt que, coincidiendo con la consigna de resistencia del gobierno, incluyó desde escritos, sellos, medallas y una gran variedad de propuestas».

Matanza de la Puebla

Ahora, todo ello vuelve a la luz en una obra que permite conocer de cerca cómo se silenciaron o divulgaron en la época episodios tristemente famosos, como la famosa matanza de la Puebla de Valverde del 29 de julio de 1936 donde fueron asesinados decenas de saguntinos o los bombardeos que sufrió la ciudad. «En una guerra toda la información y la comunicación entran irremediablemente en la lógica del conflicto. Por eso las informaciones posiblemente nos digan muy poco sobre qué pasó, pero sí nos muestran cómo se fueron generando relatos en la batalla simbólica y propagandística que libraban las partes enfrentada, así como la forma en que aquellas poblaciones en lucha y resistencia se veía a sí misma al identificarse colectivamente con esos discursos», apuntaba.